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Turrón de Xixona y Alicante, pero con «materia prima importada, mayoritariamente de Estados Unidos». Esta es la denuncia de La Unió Llauradora i Ramadera que lamenta el «abandono» de la almendra autóctona por parte de la indicación geográfica protegida (IGP) Turrón de Xixona y Alicante.
Según señala la entidad en un comunicado, el acuerdo entre el Consejo Regulador de la IGP y la Asociación Española de Productores de Almendra Ecológica y Convencional (Aepaec) «no garantiza ni precios ni volúmenes mínimos de suministro para la almendra autóctona». La Unió manifiesta que «sin etiquetado de origen, volúmenes mínimos o precios justos, el convenio entre la IGP y Aepaec es puro papel mojado y una muestra más de 'greenwashing' o lavado verde»
En este sentido, la asociación ha asegurado que, al no emplearse esta materia prima, «los grandes turroneros industriales amparados por la IGP han preferido acuerdos ambiguos que no comprometen realmente a proteger la producción local de almendra, y dejan de lado a los agricultores», y sus elaboraciones pueden contener «materia prima importada, mayoritariamente de Estados Unidos».
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«Paradójicamente, estas industrias se benefician de la promoción de la indicación geográfica de Xixona y Alicante, que evoca tradición y calidad, pero omiten cualquier garantía de que la almendra y la miel empleadas sean de origen local», ha apostillado la organización agraria.
La Unió ha destacado que «los consumidores tienen derecho a saber si la almendra o la miel provienen de la Comunitat Valenciana o, en caso contrario, son importadas»: «Sin esta transparencia, se induce a error y se desvirtúa la esencia del producto».
Desde La Unió han detallado que las modificaciones en el pliego de condiciones de la IGP «suprimieron cualquier referencia al origen de las materias primas». En este sentido, sostienen que alertaron de esta situación a la Conselleria de Agricultura, «que rechazó atender» la denuncia.
Ante este escenario, la organización insta a la Conselleria a que impulse la creación de una marca de calidad específica para la almendra de la Comunitat, que permita garantizar al consumidor que adquiere un producto de aquí. «Sería una herramienta para revalorizar la almendra autóctona en los mercados y diferenciarla de productos importados que no cumplen los mismos estándares de calidad ni sostenibilidad», sostienen.
La Unió también propone que «únicamente se concedan ayudas de la Generalitat Valenciana a aquellos fabricantes de turrón que certifiquen el uso de almendra de la Comunitat, para incentivar a las pequeñas empresas artesanas que sí apoyan la economía valenciana y generan empleo en zonas rurales».
En este sentido, la entidad agraria ha detallado que el Consejo Regulador IGP Jijona y Turrón de Alicante ha recibido este año 97.914,58 euros que Agricultura concede a los órganos de gestión de las figuras de calidad. De este importe, 12.796,13 euros «se han destinado a pagar parte de sus costes de las actividades de promoción e información». El resto, han sido para «sufragar los costes de control y certificación, sin una garantía de uso de materias primas valencianas».
Así, la organización considera que el conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, «debería cerrar el grifo de las ayudas públicas valencianas a los que se benefician de un origen sin usar la materia prima de los agricultores y apicultores valencianos».
De cara a la próxima Navidad, La Unió recomienda a los consumidores «que elijan turrones de productores artesanos», estén o no dentro de las IGP Turrón de Xixona y Turrón de Alicante. «Al carecer de capacidad para importar materias primas, dependen exclusivamente de los agricultores valencianos y españoles, lo que genera un impacto directo y positivo en la economía rural», manifiestan.
La organización reclama al 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, y al conseller Barrachina, un «apoyo activo» a la producción valenciana para «fomentar el uso de almendra valenciana en los productos amparados por las IGP Turrón de Xixona y de Alicante».
«Deben exigir transparencia en el etiquetado para informar al consumidor sobre el origen de las materias primas utilizadas y, finalmente retirar las ayudas públicas al Consejo Regulador de las IGP mientras no se garantice un uso prioritario de almendra y miel locales. Es hora de que las autoridades valencianas defiendan a nuestros agricultores», ha concluido La Unió.
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