Las mujeres aún cobran de media 240 euros menos al mes que los hombres en Alicante
Un estudio de Ineca revela que el salario de las mujeres ha mejorado en un 26,7% en los últimos años, insuficiente para cerrar la brecha
La brecha de género sigue reduciéndose, pero todavía hay importantes avances que quedan pendientes, en especial en material laboral. Un análisis del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) refleja que a pesar de la mejoría de las últimos años las mujeres de Alicante ingresan por el trabajo el 88,4% del total que perciben los hombres.
En términos absolutos, mientras que los hombres cobran de media 1.991 euros al mes, la cifra en el caso de las mujeres se sitúa en 1.752 euros, lo que arroja una diferencia de casi 240 euros menos entre hombres y mujeres de media, según datos del Ministerio de Seguridad Social.
Cabe resaltar que en los últimos siete años las mujeres han mejorado sus salarios un 26,7%, mientras que el incremento de los varones en términos salariales ha sido de un 22,4%. «No obstante, este progreso en la reducción de la brecha en las remuneraciones no es todo lo intenso y constante en el tiempo que sería deseable», valoran desde Ineca.
Aún con los cambios en los salarios, las retribuciones de las mujeres todavía están por debajo del varón, aunque se ha reducido la brecha entre ambos, pues en el 2018 la retribución femenina era equivalente a un 85,6% del salario de los hombres, mientras que ahora el diferencial se ha recortado en tres puntos porcentuales.
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Desde Ineca ponen la lupa en el origen de esta brecha salarial, tomando de referencia los datos del conjunto de España. Para el instituto, la edad, y lo que ello conlleva, es uno de los ingredientes «clave» de este diferencial entre sexos.
Y es que en el segundo grupo de edad, de entre 25 y 29 años, la brecha salarial es la más baja, con un 93,5% de lo que cobran los hombres de media. Esto se debe a que es justo cuando se ha acabado la formación universitaria o profesional.
Eso sí, conforme avanzan los tramos de edad, la brecha salarial comienza a crecer y no se paraliza hasta el final de la vida laboral. De hecho para los jubilados de más de 65 años, las mujeres cobrarían un 78% del total de lo que ingresa un hombre.
