El ingeniero Francisco Santiago se alza con el premio 'José Ramón García Antón' a la buena gestión hídrica

El ingeniero técnico de Obras Públicas Francisco Gabriel Santiago Andrés, conocido como Paco Santiago, se ha proclamado ganador de la V edición del 'Premio a la buena gestión hídrica José Ramón García Antón', con el que la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó reconoce la labor de personas e instituciones que destacan por su labor y dedicación en la defensa de la optimización del uso del agua.

La decisión del Jurado, reunido en la sala de juntas de la comunidad Riegos de Levante en Elche, se tomó por unanimidad tras estudiar a fondo las cuatro candidaturas presentadas a esta edición, «todas merecedoras de nuestro reconocimiento», según reconoció el catedrático emérito de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, acompañado, entre otros, por Ángel Urbina, presidente de la Junta. El premio será entregado al ganador en un acto a convocar próximamente en uno de los municipios que forman parte de la Junta Central. La candidatura de Santiago había sido presentada por la Comunidad de Regantes de Virgen de las Nieves de Aspe.

Francisco Santiago (Santa Cristina de la Polvorosa, Zamora), lleva trabajando por la gestión hídrica de la provincia de Alicante y, en concreto, de la Marina Baixa, desde principios de los años 70 del siglo XX, cuando el entonces joven ingeniero llegó a Benidorm en respuesta a una llamada de su amigo y compañero de Universidad, el sanvicentino José Ramón García Antón, que era ingeniero-jefe en el Ayuntamiento benidormí. En Benidorm formó su familia y ahí sigue, más de 50 años después, luchando porque la provincia tenga agua en cantidad, calidad y preci., Desde hace unos años como vicepresidente de la Junta Central, representando a los abastecimientos.

Desde 1971 reside en Benidorm y, junto a su amigo y colega José Ramón García Antón, puso en marcha en 1978 el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, una entidad responsable de que en la comarca no falte agua pese a la sucesión de las sequías. Un ejemplo de vertebración y solidaridad territorial, al combinar el uso de agua de regadío y abastecimiento en un sistema de reconocimiento mundial. Fue director del Consorcio y jefe de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Benidorm, además de ser hijo adoptivo de la provincia desde 2014.

La sequía sufrida en 1969 en la provincia de Alicante, y en especial en la Marina Baixa, representó un punto de inflexión a la hora de considerar la optimización del agua en la comarca. Supuso, de hecho, el germen de la creación casi diez años después del Consorcio de Aguas con Francisco Santiago de artífice junto a José Ramón García Antón, mucho más que su compañero de trabajo. Un hermano, de ahí que la concesión del premio se convierta casi en un acto de justicia, según reconocieron los miembros del jurado, presidido por Ángel Urbina, como máximo responsable de la Junta Central, organizadora del premio.

Su presencia en Benidorm fue clave para asegurar el abastecimiento hídrico de la Marina Baixa, una comarca aislada históricamente de las dos dos grandes cuencas hidrográficas del Segura el Júcar. Separación que quedaría resuelta, gracias al trabajo, entre otros, de Francisco Santiago, en 1997 cuando finalizó la construcción de la Conducción Rabasa Amadorio, que permite llevar agua de Alicante a Benidorm, evitando el desabastecimiento hídrico en años de duras sequías como, por ejemplo, el actual.

Francisco Santiago destaca por su profundad entrega en la defensa de los intereses hídricos de una provincia, tanto de regadío como para el abastecimiento urbano, que es la suya desde hace casi 60 años, y de la ha sido testigo cualificado de su desarrollo. Firme en sus convicciones, amigo de sus amigos, este ingeniero se convierte así en digno ganador de una nueva edición del premio.

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