China se postula como un mercado de oportunidades para los sectores tradicionales alicantinos ante los aranceles de Trump
Julio Ceballos, autor de los ensayos 'Observar el arroz crecer' y 'El calibrador de estrellas', presenta en la Cámara de Comercio de Alicante su nuevo libro con la política arancelaria como telón de fondo
La política arancelaria de Donald Trump ha puesto patas arriba el escenario comercial global. Unos aranceles que afectan de lleno al comercio de la provincia de Alicante con Estados Unidos. A pesar de no ser su principal mercado en volumen, en el 2024 se exportaron mercancías por valor de 446 millones de euros, un 6,4% del total. Una cantidad que va creciendo año a año en uno de los principales mercados del mundo.
La incertidumbre se ha apoderado de las empresas de Alicante que comercian con Estados Unidos. Desde la Generalitat ya trabajan en mercados alternativos, mientras que desde la Cámara de Alicante han programado misiones comerciales a países de centroamérica y de Asia, entre otros. Es precisamente en este continente donde Alicante puede encontrar un aliado para los sectores más dependientes de este comercio con Estados Unidos.
Así, en un momento marcado por la tensión de la guerra comercial, China se postula como un mercado muy resolutivo para los productos alicantinos. Así lo explica a TodoAlicante el experto en negocios internacionales en China, Julio Ceballos, autor del ensayo 'Observar el arroz crecer' y 'El calibrador de estrellas', que presenta este último el martes 19 de mayo en la Cámara de Alicante.
Ceballos insiste en que «en un escenario post-Trump donde Europa busca reequilibrio, sectores tradicionales de Alicante como el turrón, el vino o el calzado pueden encontrar en China un mercado sediento de autenticidad». Sin embargo, a pesar de que la provincia puede encontrar un gran aliado alternativo a Estados Unidos, el autor explica que China «compra excelencia, consistencia y estrategia» y pide al empresariado alicantino que deje de ver a China «como una amenaza lejana y la entienda como un mercado al que hay que acceder con inteligencia y paciencia».
En este sentido Ceballos asegura que hay que apostar por «construir relaciones, adaptar productos a su cultura y apostar por la calidad, ya que allí lo europeo todavía tiene presitigio» y resalta que «el que entienda su código, triunfa».
En este sentido, el autor del ensayo insiste en que «China no es un enemigo natural de Europa» y reafirma la necesidad de aliarse con el gigante asiático «no como súbditos, sino como adultos geopolíticos». Ceballos explica que mientras Washington «improvisa con sanciones, amenazas y guerras arancelarias como un jugador de póker con faroles; China juega al ajedrez, moviendo piezas a 50 años vista».
Es por ello que pide a la UE «dejar de actuar como satélite de potencias ajenas» y resalta la necesidad de «una política exterior cohesionada, eficaz, autónoma, pragmática y no ideológica», al tiempo que afirma que «no es cuestión de elegir bando».
Visión «equivocada» sobre China
Además de las relaciones con China, el ensayo que se ha presentado en la Cámara de Alicante viene a desmentir ciertos mitos relacionados con el país asiático. Para Ceballos la visión sobre este «está contaminada e infantilizada, seguimos mirando a China con lentes de Guerra Fría» y asegura que «no entendemos su modelo porque seguimos proyectando nuestros prejuicios sobre un país que no quiere parecernos ni imitarnos».
El experto, que asegura que China «es un sistema autoritario», define al país como «el experimento estratégico más exitoso del siglo XXI» y destaca que su éxito está en que «no se preguntan si una política es comunista o capitalista, se preguntan si funciona y si le sirve para alcanzar eficazmente sus objetivos, Europa debe aprender a mirar estratégicamente, no idealizar».
El libro 'El calibrador de Estrellas'
«'El calibrador de estrellas' no es un libro sobre China, es una llamada de alerta para Occidente. Occidente aún tiene el talento, los valores y la historia para jugar un papel relevante en el siglo XXI. Lo que le falta es algo profundamente chino: determinación. No se trata de renunciar a nuestras democracias, sino de hacerlas más eficaces. No se trata de imitar a China, sino de reaccionar a tiempo», explica su autor, Julio Ceballos.
El experto en negocios internacionales insiste en que este libro «no pretende traducir el modelo chino al alfabeto europeo, sino despertar a un continente que aún cree que lidera el mundo mientras, en realidad, a menudo gestiona su declive», al tiempo que lanza un mensaje: «hina no es la amenaza, el problema somos nosotros mismos. Nuestra inacción, el cortoplacismo institucional, la mediocridad política y la pérdida de ambición nos están dejando atrás en un siglo XXI que no espera a nadie».
En este sentido destaca que la lección debe ser «recalibrar, no copiar, ya que China no nos da un modelo exportable». El autor insiste: «Occidente puede y debe aprender a reindustrializarse con visión e invertir en educación y tecnología como si nos fuera la vida en ello, porque nos va».