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Los jugadores del Real Madrid celebran la conquista del Mundial de Clubes en Rabat. reuters
El rey de Europa también se corona en el mundo sin despejar dudas en defensa
Final

El rey de Europa también se corona en el mundo sin despejar dudas en defensa

La pegada de Vinicius y Valverde, autores de sendos dobletes, compensa las debilidades del Madrid atrás y doblega al alegre pero tierno Al-Hilal saudí

Sábado, 11 de febrero 2023, 00:29

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Ser campeón del mundo es lo máximo. No hay nada más allá. Sin embargo, cuando de clubes de fútbol se habla llegar al Mundial es más difícil que conquistarlo, al menos para el representante de Europa, que viene tiranizando el palmarés del torneo desde hace una década. La épica Champions levantada en mayo en París le abre las puertas al Real Madrid de la que sería su octava corona global, la quinta con el actual formato más las tres Copas Intercontinentales logradas en 1960, 1998 y 2002.

Inmerso en una plaga de lesiones que parece ir suavizándose poco a poco, el conjunto blanco todavía arrastra las ausencias de Courtois, Lucas Vázquez, Mendy y Hazard, los cuatro en Madrid. Asensio, con molestias musculares, y Carvajal, aquejado de un proceso gripal, no estuvieron a disposición contra el Al-Ahly, pero ya recuperados, ofrecen alternativas a Ancelotti. El italiano respira tras confirmar que Benzema y Militao, incorporados sobre la marcha a la expedición en Rabat, podrían tener minutos aunque no formen parte del once inicial.

Son más garantías ante un compromiso con un trofeo en juego, pero también mucho que perder. Un resbalón en la escalada a la cima del mundo provocaría un terremoto en un equipo que atraviesa por un momento delicado por las bajas y la amplia distancia abierta en la Liga respecto al Barça, un líder sólido con ocho puntos de ventaja. Por ello, resulta necesario cumplir con el Mundial de Clubes antes de regresar a la competición doméstica y afrontar el duelo de octavos de Champions ante el Liverpool en Anfield, cita marcada en rojo en el calendario.

En el camino hacia el título ya solo se inmiscuye el Al-Hilal saudí, un club con poco nombre desde la perspectiva del Viejo Continente, aunque con cierto peligro para un rival teóricamente superior pero confiado, como ya demostró el equipo saudí en su semifinal contra el Flamengo brasileño. El vigente campeón de la Copa Libertadores de América se las prometía felices, pero el adversario que todas las apuestas situaban frente al Madrid se quedó por el camino.

El progresivo debilitamiento del fútbol de clubes latinoamericano, con talentos que hacen las maletas con destino Europa sin llegar a la veintena, y el crecimiento de otros mercados, con grandes inversiones en Asia o Norteamérica, han provocado que la tradicional dicotomía entre los mejores de Europa y América, protagonistas de la Intercontinental hasta 2004, haya dejado paso a nuevos escenarios. Sin embargo, la distancia no se ha reducido entre el resto del mundo y el campeón de la Champions, lo que provoca un dominio europeo con puño de hierro.

Viejos conocidos

El club más laureado de Arabia Saudí es también el vivero del que se nutre la selección del país, que protagonizó en el reciente Mundial de Qatar una de las grandes sorpresas en la historia de la competición al doblegar en la jornada inaugural a la Argentina de Messi, a la postre campeona. El fútbol saudí está en el foco después del mediático fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al-Nassr, gran rival del Al-Hilal en el país y su capital, Riad. El desarrollo de los jugadores nacionales pero también los ingentes salarios que atraen futbolistas extranjeros a un destino inhóspito en otros tiempos explican el salto de calidad.

A golpe de talonario Arabia Saudí ha conseguido situarse a la altura de Corea del Sur y Japón, las dos potencias asiáticas en el fútbol de clubes, y el Al-Hilal ya es el club más laureado del continente con sus cuatro títulos. Como ya demostró contra el Flamengo, cuenta con futbolistas peligrosos. Algunos son viejos conocidos en Europa, como el exjugador del Oporto Moussa Marega. El extremo de Malí es pieza capital en el equipo dirigido por Ramón Díaz.

También destacan dos futbolistas con experiencia en la Liga. Son el delantero argentino Luciano Vietto, goleador en la semifinal contra el Flamengo y que pasó por el Villarreal, el Atlético de Madrid, el Sevilla y el Valencia de más a menos, y el atacante nigeriano Odion Ighalo, que destacó durante varias temporadas en el Granada. Entre la base saudí sobresale Salem Al-Dawsari, autor de un doblete desde el punto de penalti en la semifinal y también de uno de los goles del Mundial de Qatar, el que doblegó a Argentina y asombró al mundo.

-Alineaciones:

  • Real Madrid: Lunin, Carvajal, Rüdiger, Alaba, Camavinga, Tchouaméni, Modric, Kroos, Valverde, Benzema y Vinicius.

  • Al-Hilal: Al-Mayouf, Abdulhamid, Jang, Albulayhi, K. Al-Dawsari, Cuéllar, Kanno, Carrillo, Marega, Vietto y S. Al-Dawsari.

  • Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra).

  • Hora y estadio: 20:00 h. Príncipe Moulay Abdellah.

  • Televisión: Telecinco.

El Viejo Continente sigue reinando en el fútbol de clubes. Tal y como se esperaba, el Real Madrid no falló y desde su condición de campeón de Europa conquistó su octavo titulo intercontinental, el quinto con el formato de Mundial de Clubes. Y es que la distancia entre el resto del planeta y la selecta Champions es abismal y al conjunto blanco no le hizo falta una buena versión defensiva para doblegar al alegre pero tierno Al-Hilal. La floja versión de la zaga la compensó la pegada de Vinicius y Valverde, las mejores noticias para Ancelotti más allá de un nuevo trofeo en las repletas vitrinas de Chamartín.

El conjunto saudí compareció desacomplejado, fiel al estilo que quiere instaurar el argentino Ramón Díaz y que pasa por el 4-3-3 como mandamiento y el buen trato de balón. El Madrid, al que tampoco incomoda esperar y golpear a la contra, fue tanteando el partido, con el trabajo incansable de Marega y el buen juego entre líneas del excolchonero Vietto como grandes amenazas.

El campeón de Europa cortó de raíz el animoso planteamiento rival con una buena presión. También volcó de partida su juego ofensivo por la derecha, en lugar del costado izquierdo donde Vinicius suele llevar la voz cantante del ataque blanco. Por ese carril diestro encontró la incorporación de Carvajal, que la puso para el reaparecido Benzema sin que el galo acertase en fuera de juego.

Real Madrid

Lunin, Carvajal (Vallejo, min. 79), Rüdiger, Alaba, Camavinga, Modric (Nacho, min. 74), Tchouaméni (Ceballos, min. 62), Kroos (Asensio, min. 74), Valverde, Benzema (Rodrygo, min. 62) y Vinicius.

5

-

3

Al-Hilal

Al-Mayouf, Abdulhamid, Jang, Al-Boleahi, K. Al-Dawsari, Kanno, Cuéllar, Carrillo (Michael, min.74), Vietto (Al-Hamddan, min. 86), S. Al-Dawsari (N. Al-Dawsari, min. 74) y Marega (Ighalo, min. 86).

  • Goles: 1-0: min. 13, Vinicius. 2-0: min. 18, Valverde. 2-1: min. 26, Marega. 3-1: min. 54, Benzema. 4-1: min. 58, Valverde. 4-2: min. 63, Vietto. 5-2: min. 69, Vinicius. 5-3: min. 78, Vietto.

  • Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra).

  • Incidencias: Final del Mundial de Clubes 2022, disputada en el estadio Príncipe Moulay Abdellah de Rabat.

Fue un amago antes del primer golpe, el que asestó Vinicius, templado y certero ante la puerta saudí en su primera aparición en el duelo, después de una magnífica combinación entre Valverde y Benzema. Ante un rival inferior, ya replegado ante el dominio madridista, lograr una rápida ventaja en el marcador fue una excelente noticia para el Madrid, con más soltura para exprimir su posesión entre los olés de un público marroquí entregado. El partido no tenía nada que ver con lo ocurrido tres días antes frente al Al-Ahly egipcio y el segundo gol madridista en apenas un cuarto de hora indició en las sensaciones de noche plácida. Entre las dudas del portero Al-Mayouf y un mal despeje de balón apareció Valverde para volear a la red y de paso cargar su mochila de confianza.

La oportunidad soñada por el Al-Hilal se había convertido en una pesadilla, con los saudíes persiguiendo sombras. Nada parecía enturbiar el camino del Madrid hacia una nueva corona pero el conjunto de Chamartín es tan especialista en remontadas imposibles como en ocasiones proclive a complicarse la vida de forma innecesaria. El campeón de Asia en 2021 lanzó la contra, con la línea defensiva blanca muy adelantada, y Marega exhibió velocidad ante Rüdiger para batir a Lunin, que no es Courtois.

Ahora sí recordaba la historia a lo del Al-Ahly, que recortó distancias con un 2-0 en contra e hizo pasar un mal rato al Madrid. A los hombres de Ancelotti les faltó intensidad para sofocar la rebelión desde el control del juego y los balones largos del Al-Hilal para la porfía de Marega bastaron para poner de relieve que Rüdiger y Alaba no atraviesan por sus mejores momentos. El malí fue un dolor de cabeza ganando la espalda a los centrales e inquietó a un rey del Viejo Continente sin coraza.

Del paso por el vestuario el Madrid regresó con pulsaciones bajas. Seguía tocando con cierta parsimonia, negando esa marcha más que pudiera evitar apuros para asegurar un trofeo con mucho más de obligación que de gran conquista. La versión blanca a medio gas daba a los pupilos de Ramón Díaz motivos para soñar con una sorpresa de colosales dimensiones.

Estaba un tanto en el aire la resolución del partido cuando un chispazo de Vinicius y la definición de Benzema bastó para encarrilar la final. El brasileño recibió en su zona predilecta, por el costado izquierdo y muy cerca del área, encaró y la puso con el exterior. El galo estaba donde el ariete marca las diferencias y se reencontró con la fortuna del gol a las primeras de cambio.

Como en la primera parte, un arreón le sirvió al Madrid para dejar resuelto el compromiso, pues sin margen para el respiro saudí, Valverde terminó por rubricar su particular redención picando el balón con clase ante Al-Mayouf. En un visto y no visto el campeón de la Champions dejó noqueado al rival y pasó del desconcierto a la placidez.

Con la sensación del deber cumplido los blancos volvieron a dormirse. Vietto recortó distancias aunque el tanto del argentino estuvo lejos de hacer peligrar la victoria madridista. Por si había alguna duda entre otra buena versión de Ceballos en los minutos que tuvo y el tino de Vinicius para definir se encargaron de disiparla.

No había ya mucha historia sobre el verde, con Ancelotti dando descanso a Benzema, lejos todavía de su mejor forma, y sus tres centrocampistas de cabecera. Sí hubo tiempo para que Vietto firmase su particular doblete y avivase las muchas dudas defensivas del Madrid. Su pegada las compensó ante rivales todavía lejos de la flor y nata europea, pero un rendimiento cuestionable de su zaga puede pagarlo caro ante el Liverpool, que en semana y media calibrará con mayor precisión el estado del nuevo campeón del mundo.

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