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La pegada del Madrid doblega la resistencia del Al-Ahly
Semifinales

La pegada del Madrid doblega la resistencia del Al-Ahly

Los goles de Vinicius, Valverde, Rodrygo y Arribas meten en la final del Mundial de Clubes a un equipo lastrado por la vía de agua con Camavinga en el lateral izquierdo

Miércoles, 8 de febrero 2023, 00:42

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Mientras en España arrecia una tormenta que le tiene como epicentro, con acalorados debates acerca de sus presuntas provocaciones, el racismo y la mala educación en los estadios, Vinicius afronta el Mundial de Clubes como un refugio en el que evadirse por unos días del ruido que merma su rendimiento e intentar lucir de nuevo ese fútbol chispeante que le convirtió en uno de los jugadores más desequilibrantes del planeta, pero que en los últimos tiempos ha quedado embarrado a causa del cenagoso ambiente que envuelve su figura.

El extremo, fulgurante a comienzos de curso con siete goles y tres asistencias en las once primeras citas del Real Madrid, ha ido aminorando sus prestaciones a medida que aumentaban los decibelios en cada desplazamiento de los blancos. La inquina de las hinchadas rivales y los férreos marcajes que recibe, sumados a una piel muy fina que le lleva a bajar el asta en cuanto le tienden el capote, han desajustado el foco de Vinicius, arrastrando, por el camino, a su equipo.

El '20' solo ha anotado tres tantos y registrado una entrega decisiva desde que regresó del Mundial de Qatar. Arropado por la feligresía merengue, sus números todavía resultan decorosos en el Santiago Bernabéu, un escenario donde en las dos últimas semanas ha vacunado tanto al Atlético, en Copa, como al Valencia, en Liga. Pero la estrella de Vinicius se apaga lejos de Chamartín. Acumula ocho jornadas de Liga sin ver puerta a domicilio y cada viaje suyo dentro de la piel de toro supone un suplicio.

Por todo ello, Ancelotti aprovechó la previa del duelo este miércoles (20:00 horas) ante el Al-Ahly para elevar el tono. «Aquí el problema no es Vinicius, es lo que pasa alrededor de Vinicius. Es un problema del fútbol español y tenemos que resolverlo. Parece que Vinicius es el culpable. Vinicius es la víctima de algo que yo no entiendo», proclamó el técnico del Real Madrid, crispado ante la posibilidad de que el caso se convierta en un tornado que aleje a su escuadra de los objetivos fijados a inicios de temporada. «Es una persona increíble, con muchos valores. Futbolísticamente es diferente y disfruta del fútbol a su forma, de manera alegre», terció su compañero Valverde.

Terapia de choque

Eso que dijo el charrúa, disfrutar, es lo que espera hacer Vinicius este miércoles en el estadio Príncipe Moulay Abdellah de Rabat. Allí, el Real Madrid comenzará el asalto a un trofeo que ha conquistado en siete ocasiones: las tres primeras bajo la extinta Copa Intercontinental que medía únicamente a los campeones de Europa y de América y las cuatro restantes con el actual formato que implica también a los monarcas de otras confederaciones.

El Al-Ahly, actual subcampeón de una Champions africana que ha levantado diez veces, lo que convierte a la entidad egipcia en la reina absoluta del continente negro, es el primer obstáculo en la ruta del Real Madrid dentro de un torneo tradicionalmente considerado menor aunque puede aportarle un empujón a los blancos. «Un Mundial de Clubes es un evento muy importante. Significa haber hecho bien las cosas antes. Tenemos mucha ilusión en un país donde tenemos muchos aficionados y tenemos la oportunidad de hacerles felices y acabar bien lo que fue una temporada fantástica y dar un nuevo impulso para esta temporada en la que tenemos muchos retos», aseveró Ancelotti.

Asensio, baja de última hora

Siete bajas sufran los blancos, incluidos tres pretorianos del técnico como Courtois, Militao y Benzema. Y a última hora se le ha caído Asensio por un pequeña molestia que le obligó a llevar un vendaje en el último entrenamiento. El jueves le harán pruebas médicas al balear pero Ancelotti confía en poder contar con él de cara a una hipotética final.

El de Reggiolo, que amarró un Mundial de Clubes con el Milan (2007) y otro con el Real Madrid (2014), encara el torneo como una posible terapia para un conjunto que ve cuesta arriba la Liga tras la derrota el domingo ante el Mallorca y que no puede permitirse un nuevo fracaso, menos de un mes después de perder la Supercopa de España. De ahí que pusiese en guardia a su soldadesca. «El Al-Ahly es un equipo que tiene una gran historia. Ha ganado muchos títulos, tiene experiencia en estas competiciones, una buena organización, con jugadores hábiles y rápidos. Va a ser un partido igualado, competido», avisó.

Doblegar al Real Madrid pondría en órbita al cuadro egipcio, que se mira en el espejo de la epopeya que completó la selección de Marruecos en el Mundial de Qatar para soñar a lo grande. «No podemos achicarnos ni quedarnos atrás a la espera, hay que ir a por el partido», lanzó su técnico, Marcel Koller, un antiguo centrocampista que hizo carrera en el Grasshopper y llegó a disputar la Eurocopa de 1996 con el combinado helvético. «Lo daremos todo para poder parar a Vinicius. La clave es que el extremo ayude también en su defensa», agregó el preparador de un bloque que igualmente tiene al carioca entre ceja y ceja.

Alineaciones

  • Al-Ahly: El Shenawy, Hany, Abdelmonem, Metwalli, Maaloul, Dieng, Fathy, Elsoulia, Elshahat, Abdelkader y Sherif.

  • Real Madrid: Lunin, Nacho, Rüdiger, Alaba, Camavinga, Tchouaméni, Modric, Kroos, Valverde, Rodrygo y Vinicius.

  • Árbitro: Andrés Matías Matonte Cabrera (Uruguay).

  • Hora: 20:00 h.

  • Estadio: Príncipe Moulay Abdellah.

  • TV: Telecinco.

Si el Real Madrid buscaba un bálsamo en el Mundial de Clubes por ahora no lo ha terminado de encontrar, al menos en cuanto a sensaciones. Lo abultado del resultado ante un buen Al-Ahly resultó engañoso, pues el campeón de Europa golpeó al final pero sufrió durante la práctica totalidad del partido para cumplir con el guion previsto. Evitó un revolcón de enormes dimensiones que por momentos pareció posible y logró la clasificación para la final del torneo.

Las mejores noticias de su triunfo fueron el retorno goleador de Vinicius y Valverde, dos piezas básicas de capa caída en los últimos partidos por diferentes motivos, el buen nivel de Rodrygo y el estreno realizador del canterano Arribas. La mala, más allá de lo ajustado del duelo hasta el descuento, la personificó Camavinga, hasta ahora una aseada solución de emergencia para el lateral izquierdo que en Rabat hizo aguas, provocando un penalti y permitiendo que el subcampeón africano encontrase por su zona un motivo para soñar con la sorpresa.

Y es que el club más grande de África se hizo respetar pese a las suspicacias que provoca el torneo, plagado de equipos desconocidos para el aficionado europeo. El conjunto egipcio cedió el control de la pelota a su rival. Nada que no se esperase. La cuestión era la capacidad de un mermado Madrid para abrir el cerrojo de su rival y su entereza para protegerse de las contras adversarias.

Al-Ahly

El Shenawy, Hany, Abdelmoneim, Metwalli, Maaloul, Dieng (Fathy. min. 61), Afsha (Kahraba, min. 88), Elsoulia, Elshahat (Taher, min. 75), Sherif (Percy Tau, min. 61) y Abdelkader.

1

-

4

Real Madrid

Lunin, Nacho, Rüdiger, Alaba, Camavinga, Tchouaméni, Modric (Odriozola, min. 95), Kroos (Ceballos, min. 77), Valverde, Rodrygo (Mariano, min. 95) y Vinicius (Arribas, min. 98).

  • Goles: 0-1: min. 42, Vinicius. 0-2: min. 47, Valverde. 1-2: min. 65, Maaloul, de penalti. 1-3: min. 93, Rodrygo. 1-4: min. 98, Arribas.

  • Árbitro: Andrés Matías Matonte (Uruguay). Amonestó a Abdelmoneim y Tchouaméni.

  • Incidencias: Segunda semifinal del Mundial de Clubes disputada en el Estadio Príncipe Moulay Abdellah de Rabat.

Con dos líneas defensivas muy juntas y un ingente esfuerzo defensivo, el equipo cairota obligó al Madrid a combinar sin espacios, con Rodrygo en posiciones demasiado alejadas del área. Prometía atasco el partido, sin más opción que un cabezazo muy centrado de Rüdiger. Tampoco es que se estirase mucho el equipo africano, pero un error de Camavinga a la hora de tirar el fuera de juego -cosas de defensa improvisado- dio a Sherif la opción de avisar con un disparo alto.

No encontraba el Madrid la vía de acceso al área rival, con Vinicius atado en corto y sin los espacios que necesita para desplegar su electricidad. Además, el segundo aviso egipcio, a través del testarazo de Abdelmonem, no ayudó a mejorar las espesas sensaciones madridistas.

Respiró el representante del Viejo Continente en un par de chispazos de Vinicius, que sin ángulo remató desviado, y de Rodrygo, que robó con inteligencia, regateó en una baldosa y la picó hábilmente sobre El Shenawy para toparse con la madera. Sin embargo, el costado izquierdo defensivo era un vía de agua importante, lastrado por las dudas de Camavinga lejos de sus dominios habituales.

Ya había recuperado el control mediante la posesión el Madrid, pero sin profundidad, cuando un error de la zaga egipcia abrió al final la puerta del gol para el campeón de Europa. Vinicius estuvo atento al robo en una zona crítica, se plantó ante el portero rival y la picó sin concesión a la duda para adelantar al Madrid. Buscaba el brasileño un oasis de paz ante el ruido que ha rodeado su figura en los últimos días y lo encontró en Marruecos.

La ventaja no solo supuso la tranquilidad al descanso, también desmoronó la loable resistencia egipcia, golpeada seriamente tras la pausa con el segundo tanto blanco, obra de Valverde. El uruguayo culminó con tino una buena acción previa, aderezada por el magnífico pase de Modric y un gran control a la media vuelta de Rodrygo que el paulista emborronó errando ante El Shenawy.

El Madrid se vio en la final y pudo sentenciar el envite en un hipotético penalti sobre Vinicius que el VAR revisó pero ante el que el uruguayo Matonte hizo valer su criterio como árbitro de campo. El caso es que cuando todo parecía bajo control Camavinga evidenció aún más que su aparente adaptación al lateral izquierdo está lejos de ser una solución convincente. Arrolló el francés a Elshahat en el área madridista y Maaloul inyectó emoción a la disputa desde los once metros.

El Madrid vivió al filo de la navaja en el tramo decisivo del partido, ya con el subcampeón de África liberado de cualquier complejo. En un duelo de ida y vuelta, muy abierto, la mínima ventaja hizo contener el aliento al teórico favorito. Ni siquiera el fiable Modric evitó la emoción hasta el descuento, pues erró desde el punto fatídico tras un penalti a Vinicius cobrado por el VAR.

Fue otro ramalazo de calidad entre Ceballos, acertado en el tramo final tras salir desde el banquillo, y Rodrygo, de lo mejor del Madrid, lo que permitió respirar al Madrid ya en el tiempo de añadido. El canterano Arribas rubricó con su estreno goleador un epílogo mucho mejor que el grueso del partido.

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