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Antonia Kerrigan, agente literaria. W. C.
La muerte de Antonia Kerrigan deja vacante el trono de las agencias literarias

Adiós a una gran dama de las letras

La muerte de Antonia Kerrigan deja vacante el trono de las agencias literarias

Forjadora de los éxitos de Carlos Ruiz Zafón, María Dueñas, Javier Sierra o Juan Gómez-Jurado, muere a los 71 años / Formada con Carmen Balcells, había tomado el cetro de la Mamá Grande del 'boom' y representaba a más de 150 autores

Miguel Lorenci

Viernes, 12 de mayo 2023, 13:17

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Antonia Kerrigan era la 'otra' Mamá Grande de los literatos hispanos y la matriarca de las agencias literarias. Tras la muerte de Carmen Balcells, su maestra y valedora, Kerrigan había tomado su cetro y ocupado un puesto de privilegio, el trono, ganado a pulso en el negocio de la intermediación literaria. Con un olfato infalible, esta supergente que forjó los éxitos internacionales de Carlos Ruiz Zafón, María Dueñas, Javier Sierra o Juan Gómez-Jurado, falleció en la noche e del jueves en Barcelona a los 71 años tras varios meses de enfermedad, según el comunicado que emitió su agencia.

Nacida en París en 1952, Elaine Antonia Kerrigan Gurevitch creció entre libros. Era hija del poeta norteamericano de origen irlandés Anthony Kerrigan, hispanista por vocación y traductor al inglés de la obra de Unamuno, Ortega, Borges o Neruda. La vena literaria también alcanzó a Kerrigan por vía materna, ya que su madre, Elaine, alternaba su labor como intérprete de piano en la Sinfónica de Chicago con traducciones de Cortázar.

La infancia de Antonia Kerrigan transcurrió en una Mallorca también muy literaria, donde trató al poeta y dramaturgo británico Robert Graves -autor de 'Yo Claudio'- y al futuro premio Nobel de Literatura Camilo José Cela. Comenzó unos estudios de Medicina que no concluiría, para licenciarse luego en Filología Inglesa. Dada su inclinación hacia la literatura, no pudo rechazar la oferta que la primera Mamá Grande de las agentes literarias, Carmen Balcells, le hizo para trabajar con ella en los años en que su legendaria agencia hizo retumbar el 'boom' latinoamericano en todo el mundo.

Emancipada

Emancipada de Balcells a finales los ochenta del siglo pasado, inició su andadura en solitario con Antonia Kerrigan Literary Agency. Pronto demostró que había aprendido las lecciones de su maestra Balcells. Configuró una nómina de autores a los que hizo pasar de la nada al todo. A principios de siglo XXI Impulsó al estrellato al desconocido Carlos Ruiz Zafón, el astro acaso la más refulgente de su nómina, con el fenómeno de 'La sombra del viento', finalista en 2001 del premio Fernando Lara de novela e inicio de una saga que ha vendido quince millones de ejemplares en 36 lenguas.

El fallecido autor barcelonés residente en Los Ángeles encabezaba una lista con ciento cincuenta autores como María Dueñas, Javier Sierra, Juan Gómez-Jurado, Sergio Ramírez, Espido Freire, Dulce Chacón, José María Merino, Jorge Volpi, Víctor del Árbol, Eva García Sáenz de Urturi, Laura Restrepo y un inacabable etcétera.

Esta gran dama de la literatura hispana estaba casada con el arquitecto Ricardo Pérdigo, y era madre de los editores Gregori Dolz e Ilya Pérdigo.

Personaje

En 'El laberinto de los espíritus' (2016), última novela de la tetralogía de 'La sombra del viento', Ruiz Zafón rindió homenaje a su admirada Kerrigan convirtiéndola en personaje literario. «La leyenda entre el gremio apuntaba a que con los años había convertido su despacho en un exquisito jardín de orquídeas, y Pascale me aconsejó que le llevase un nuevo ejemplar para su colección a modo de ofrenda. Pascale era amiga de las integrantes de la llamada Brigade Currygan, un formidable cuarteto de féminas literarias de diferentes nacionalidades que trabajaban a las órdenes de madame… Al entrar avisté una vitrina con las obras completas de Julián Carax y un jardín botánico de categoría superior. Madame Currygan me escuchó pacientemente mientras saboreaba un cigarrillo con el que sembró de telarañas flotantes la sala».

En su emotivo adiós, el novelista Juan Gómez-Jurado elogió a Kerrigan como «la agente literaria más grande en lengua castellana» y dijo que era un miembro más de su familia. «Estamos de luto por una pérdida irreparable, tanto para nosotros como para el conjunto de la literatura en español. Todos los que la conocíamos y queríamos lamentamos su marcha y tenemos el corazón destrozado», escribió el autor de 'Reina Roja'.

«Agradeceremos siempre sus enseñanzas, su cariño y la guía que fue para todos nosotros en el mundo editorial. Sabemos que para todos los que conocisteis a Antonia quedará para siempre el recuerdo de grandes conversaciones, libros, música, risas y sus orquídeas», le despidieron los colegas de su agencia.

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