«Tenemos que molestar a los poderosos»
El catalán de origen argentino reivindica su profesión en la recepción del Premio Notario del Humor 2023 otorgado por la Universidad de Alicante
Ermengol, nombre artístico del dibujante Armengol Tolsà Badia, ha lanzado un llamamiento a dignificar el oficio de humorista gráfico en el acto en el que se le ha hecho entrega del Premio Notario del Humor 2023, esta mañana, en la sala Aifos de la Universidad de Alicante (UA). Rodeado de familiares, amigos y compañeros de profesión, el artista gráfico ha disertado sobre su trayectoria, sobre los compañeros de profesión y el propio oficio y sobre la actualidad con una amplia sonrisa, un tono distendido y la seriedad necesaria sólo en aquellos pasajes que lo requerían.
El acto de entrega ha estado presidido por Catalina Iliescu, vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria de la UA, Enrique Pérez, dibujante y organizador de la muestra Humor Social, Juli Sanchis «Harca», dibujante, en representación de la Federación de Caricaturistas de España (FECO), y el propio Ermengol.
«Mi vida acaba de cambiar por completo. Desde que soy notario se vive mejor, incluso creo que tendré una nómina mayor que la de un humorista gráfico. Voy a poner una placa en la puerta de mi casa», ha bromeado sobre el premio recibido Ermengol, a lo que ha matizado, cambiando ligeramente el tono de sus palabras, que «nuestra profesión es más necesaria que nunca. En necesario dignificar el oficio de humorista gráfico, porque muchos de nuestros compañeros y los jóvenes que intentan serlo trabajan en el más absoluto desamparo».
Entre otras cuestiones, el humorista ha tenido un recuerdo para «los colegas que han perdido su trabajo debido al contexto de los medios de comunicación, donde cada vez se consume menos información y donde los poderes no quieren críticas, unos poderes que viven en una relación obscena donde no se sabe quiénes son el poder, los medios de comunicación y los empresarios», a lo que ha añadido que «por este motivo, el objetivo principal del humor gráfico tiene que seguir siendo el poder, tenemos que molestar a los poderosos».
Desde una perspectiva más personal, Ermengol ha confesado sentirse un «privilegiado» porque «tengo la suerte de ejercer una profesión que disfruto haciéndola, me pagan y me siento querido por compañeros y por la gente» y ha agradecido el premio al jurado porque «es un gran honor el que alguien recuerde tu trabajo de años, un honor que no tienen personas que han dedicado la vida entera al tractor, al campo o a otros oficios».
Por su parte, Iliescu se ha sumado a la reivindicación de dignidad para el oficio del humorista gráfico y ha expresado, en referencia a la muestra Humor Social, que este año trata el tema de «Sanidad Pública: ¿Qué le pasa, doctor?», que «nuestros humoristas han puesto sus ojos en la sanidad pública, para ver de qué padece, para analizar sus síntomas y, con ello, cuestionarla. Cuando la risa cuestiona algo, lo corrige, y ahí es donde reside la esencia de esta profesión tan necesaria». En tono distendido, ha bromeado al decir que «tuvimos la suerte de robar a Argentina a Armengol, menos mal que aún no había nacido Messi».