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Alison Bechdel Greg Martin

Alison Bechdel: «Todo se está poniendo un poco siniestro, pero reírse sigue siendo fundamental»

La autora, mito del cómic independiente en Estados Unidos, publica 'Consumida', donde enfrenta a sus personajes idealistas con la nueva realidad del país

Miércoles, 12 de noviembre 2025, 00:21

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Vermont es un territorio bastante único: fronterizo con Canadá, produce la mitad del sirope de arce de todo Estados Unidos, es famoso por el otoño que colorea sus bosques, tiene poca población en sus ciudades y la gente no es casi nada religiosa. También, si obviamos el distrito de Washington D.C., es el Estado que más votó a Kamala Harris. Ahí vive Alison Bechdel (Pennsylvania, 1960) y en esas tierras juega con unos personajes abatidos por el rumbo del mundo en su nuevo cómic, 'Consumida' (Reservoir Books).

Al contrario que en otros de sus tebeos más conocidos, donde se puede hablar directamente de autobiografía, en 'Consumida' Bechdel ha decidido apostar por la autoficción y cambiar algunos detalles clave. Si en la vida real su familia tenía una funeraria, como mostraba en su aclamado 'Fun Home' (2006), en este cómic su padre fue taxidermista de animales. La protagonista se llama Alison, pero no es exactamente ella. «Tengo una relación muy curiosa con el personaje, para mí ha sido muy refrescante no tener que contar la verdad exacta de mi vida», comenta Bechdel por videoconferencia. «Tras haber escrito tantas cosas vulnerables y sinceras y haberme encontrado a desconocidos que se saben hasta la última de mis intimidades, ahora me disfrazo un poco, borro mis huellas». Al principio, la Alison personaje está obsesionada con las noticias, impotente ante el cambio político en su país, e incapaz de concentrarse en su trabajo creativo. «Está muy distraída y enfadada. No sabe qué pensar o hacer, y durante el libro entiende, aunque el mensaje sea un poco simplista, que tiene que reconectar con el mundo real, con su gente».

Gran parte de los personajes secundarios son una visión exagerada de la gente más progresista imaginable, que Bechdel conoce bien. Activistas que ven cómo sus luchas de décadas se revierten en semanas, pero tienen que seguir con sus vidas. «Desde que empecé a escribir sobre ellos en los ochenta, han sido personas muy consecuentes y han trabajado mucho para tratar de hacer un mundo más justo. Pero ahora muchos de ellos están en una especie de estado de shock. Lo que está pasando es muy difícil de procesar. Son viejos, están cansados como yo, pero tenemos que seguir».

Una página de 'Consumida' de Alison Bechdel Reservoir Books

En el tebeo, la hermana de Alison ha entrado de lleno en el territorio mental opuesto, el trumpista. «Veo muchas familias que sufren esta división, también en la mía sabemos que hay temas donde no debemos entrar porque no va a salir bien», comenta Bechdel. «Lo que quería mostrar es que ellas todavía tienen mucho en común. Comparten una historia familiar, sus personalidades se parecen... Aquí ha hecho mucho daño que cada bando demonice al otro y dejemos de vernos como personas. Intentar encontrarnos en la vida real con gente distinta de nosotros es muy importante». La autora tiene claro sobre quién recae parte de la culpa: «Si las redes sociales no hubieran tenido este mecanismo de exagerar las opiniones de gente muy marginal, nada de esto estaría pasando». Aún así, sabe que el humor es lo suyo: «Todo se está poniendo un poco siniestro por aquí, pero reírse sigue siendo fundamental».

La dirección que toma su país le hace preguntarse incluso por una de las banderas de la izquierda, la de los impuestos. Curiosamente, en un tebeo reciente de Joe Sacco, el autor también se imaginaba cómo su dinero recorría un camino directo hasta convertirse en bombas y matar niños. «Hace muchos años decidí que siempre iba a pagar, entre otras cosas para no ser perseguida por las autoridades. Pero sí, te planteas que es una forma en la que estás apoyando todo lo que está pasando. Si todos, en una gran acción colectiva, hiciéramos una especie de huelga de impuestos, sería fantástico. Pero no creo que pase algo así».

Del tanatorio a la granja

Ahora da clases de cómic en Yale, pero la carrera de Bechdel comenzó en 1983, publicando en pequeñas revistas feministas su luego clásica 'Unas lesbianas de cuidado', hablando de temas que estaban fuera del discurso público. «Simplemente intentaba visibilizar a la gente que era como yo, poder reconocernos, poder hablar de mi propia vida». En una de esas tiras, y con intención cómica, apareció lo que luego fue conocido como Test de Bechdel, que denunciaba el nulo espacio e importancia que se le daba a los personajes femeninos en la ficción hasta hace dos días. Aún así, no publicó la historia más completa sobre su adolescencia hasta 2006. 'Fun Home', ya un clásico, hablaba de ese negocio familiar atípico: tener una funeraria en casa.

Además de las vicisitudes del contacto diario con los muertos, hablaba de su descubrimiento de la cultura y de su identidad sexual. «Desde luego, he hablado mucho del libro estos 20 años, y eso que aborda un pasado muy remoto. En los 2000 la gente ya se había abierto a escuchar una historia familiar queer. Y además era un momento de gran apertura para el cómic como medio, todo el mundo estaba muy emocionado con las novelas gráficas. Yo he cambiado mucho, pero sigo pensando que 'Fun Home' es un documento muy preciso de ese momento de mi vida».

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Tras '¿Eres mi madre?' (2012) o 'El secreto de la fuerza sobrehumana' (2021), este 'Consumida', que tiene guiños a Marx, Amazon o Netflix, sucede en aquel Vermont idílico. «Me siento afortunada de vivir en un estado demócrata y rural. No hay ciudades muy grandes y eso nos fuerza más a relacionarnos. Conozco a los políticos locales, les veo por la calle, agradezco eso». La relación con Holly, su mujer en la ficción y la realidad, es uno de los ejes del libro. Juntas llevan una granja-santuario de cabras. «Hace 20 o 30 años no podría haber escrito así sobre mi relación con Holly. El movimiento por los derechos LGTBQ nos ha dado ese espacio, para ser como somos y vivir nuestras vidas. Aunque el 'timing' sea un poco irónico ahora, ha sido un verdadero placer escribir sobre la vida real de una pareja de lesbianas, y simplemente mostrar lo rutinario y banal que es».

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