Guadalupe Plata en Alicante: blues a quemarropa y sin solución de continuidad
La banda andaluza despliega en la Sala Stereo su mestizo estilo sureño, sin alardes pero muy efectivo
La economía de recursos que imprime Guadalupe Plata en sus actuaciones es encomiable. Guitarra, batería, ausencia de efectos, y una tenue iluminación roja sirvieron a la banda para entrar en comunión con el público que abarrotó la sala Stereo de Alicante el pasado viernes.
Su blues es parco en gestos y palabras, disparado a quemarropa sobre un público que acaba cautivado por el característico estilo guitarrero de Pedro de Dios Barceló. Viendo su uso del slide y su pericia con los arpegios, cualquiera pensaría que el dueto se formó en el lejano Nashville, al sur de la ruta 66. Y efectivamente, son del sur, pero de la más cercana Úbeda.
El setlist que desplegaron en Alicante incluyó alguno de sus cortes más clásicos, como 'Duermo con serpientes' o 'Calle 24', aclamado este último por tener uno de los pocos pasajes coreables del dueto. Se nota que los de Úbeda lo apuestan todo al apartado instrumental, y es que la letra está ausente hasta del título de sus discos -a excepción del 'The Devil Can't Do You No Harm' grabado con Mike Edison.
Esa agrafia se traslada también a los intersticios entre canciones, que se suceden sin solución de continuidad y sin necesidad de presentación o de la más mínima interpelación al público.
La falta de interacción no se trasladó al 'post scriptum' del concierto, tras el que ambos músicos se unieron al público para compartir impresiones. En un espacio tan poco preferente como la entrada a los servicios pudo ver el autor de estas líneas al guitarrista. Ante el carácter cohibido de ambos actantes solo se les pudo oír un: -'Sonáis de puta madre', -'Gracias'. Economía de recursos también al servicio de una conversación.