Una veintena de policías locales de Benidorm trabajan en Valencia: «Hemos encontrado un paisaje devastado»
Hasta medio centenar de policías mostraron su disposición a ser desplazados a Valencia | Una agente ha movilizado un perro de su propiedad especializado en la detección de personas
Casi 48 horas después de que el cielo descargara toda su furia sobre la provincia de Valencia son muchos los que siguen mirando hacia él en busca de una explicación. Allí arriba, sin embargo, no encuentran nada. No encuentran, claro, explicación al mayor desastre natural vivido en la Comunitat Valenciana en décadas. Por no encontrar, no encuentran ya ni rastro de las nubes grises, casi negras, que con tantísima fuerza descargaron sobre sus vidas el pasado martes, segando de cuajo las de 92 personas (último conteo oficial) y destruyendo todo a su paso.
Mirar al cielo no ofrece respuesta ni consuelo, pero bajar la vista a la tierra, a la calle, a la casa… es todavía mucho peor. El marrón del barro lo sigue dominando todo. Lo que antes era gris asfalto es barro. Lo que era un río seco es barro. Lo que era un parque con juegos infantiles y niños correteando en él es barro. Lo que era una fábrica bulliciosa es barro. Lo que era una vivienda… bueno, lo que era una vivienda ahora es una pesadilla que anticipa lo que se viene para tantas familias que no saben todavía cómo podrán seguir adelante con sus vidas.
Todo es marrón y todo transmite dolor y desesperación. Sobre todo, para las centenares de familias que siguen, tanto tiempo después, sin tener noticias de sus seres queridos. Los de ese número todavía indeterminado de desaparecidos (Emergencias ha habilitado para este fin el 900365112) que desde el martes parecen haberse esfumado de la faz de la Tierra y que todos esperan que, sencillamente, no hayan encontrado todavía la manera de contactar con los suyos o con los servicios de emergencia, aunque la esperanza se va desvaneciendo a medida que siguen pasando las horas.
Para que se inicie la milmillonaria reconstrucción que se prevé que durará meses todavía habrá que esperar porque todos los esfuerzos se centran ahora en localizar nuevas víctimas. Y en ello se afanan centenares de efectivos de todos los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los que este jueves se han unido 20 agentes de la Policía Local de Benidorm.
Un perro 'voluntario'
El portavoz de la policía benidormense, Quique Tortosa, ha explicado a TodoAlicante que «tenemos un contingente de 18 dispositivos que hemos desplazado a Paiporta, donde están terminando una primera fase de ayuda. Además, tenemos otro grupo de dos policías en Montserrat junto a un perro adiestrado en la detección de restos humanos para colaborar en la búsqueda de personas».
Ese perro es, en realidad, un agente 'voluntario' ya que, como ha explicado Tortosa, su propietaria, Yolanda, «ha puesto a disposición de los servicios de emergencia un perro que es de su propiedad y que ha entrenado ella de manera particular». De hecho, ni Mali (que es como se llama el perro) ni su propietaria pertenecen a la unidad canina de la Policía Local de Benidorm. Tortosa subraya que «ella es ingeniera y en la Policía Local presta su servicio en el área de atestados con la investigación de accidentes».
De hecho, no es un caso aislado ya que «en la Policía Local de Benidorm tenemos una unidad K9 especializada en la detección de estupefacientes, pero los agentes que trabajan en esta sección tienen perros a los que entrenan en labores de rescate» de forma particular.
Búsqueda de desaparecidos
La conversación con Yolanda resulta del todo imposible ya que se encuentra en plena 'zona cero' del desastre y allí la cobertura de telefonía móvil sigue presentando muchas lagunas. Por ello, la agente de Benidorm sólo ha podido explicar a TodoAlicante lo que se ha encontrado al llevar a la provincia de Valencia a través de un breve mensaje de Whatsapp en el que ha explicado que «el perro que nos acompaña es un pastor belga que se llama Mali. Tiene un año y diez meses y está especializado en la búsqueda de restos humanos».
En concreto, añade Yolanda, Mali hace su trabajo «por venteo, es decir, utilizando las partículas en suspensión que transporta el viento» aunque también está entrenado para escenarios en los que no hay viento, en cuyo caso «lo puede hacer por rastreo, detectando partículas más pesadas que quedan adheridos al suelo».
En cuanto a la metodología de trabajo una vez en el área de actuación, la policía de Benidorm explica que «el perro va suelto y sin correa y cuando localiza los restos ladra para que podamos ubicar su posición».
Cuando TodoAlicante ha podido contactar con ella, todavía estaba «en Alzira y vamos de camino a Montserrat, porque quieren nuestra presencia en aquella zona ya que existen varias personas desaparecidas».
Un paisaje devastado
De vuelta en la Central de la Policía Local de Benidorm, Quique Tortosa es uno de los muchos agentes que se han quedado 'en tierra' pese a haber mostrado su deseo de acudir a València para ayudar. De hecho, el portavoz policial explica que «en total, hemos tenido a 50 agentes que han querido sumarse a esta iniciativa; pero no hemos podido enviar a todos. Desde el primer momento, antes de que se nos requiriera, nos pusimos a disposición de Jefatura y la respuesta ha sido abrumadora».
En cuanto a la labor que están realizando los 20 seleccionados, Tortosa apenas puede dar información concreta ya que «hemos podido hablar con ellos puntualmente, porque hay muchos problemas con la cobertura».
Lo que sí han podido transmitir los desplazados es que «se han encontrado un paisaje urbano completamente devastado y con muchísima gente pidiendo ayuda» y que «han tenido que prestar auxilio a personas mayores para poder abrir las puertas de sus casas» ya que muchas de ellas se encontraban en bajos y la acumulación de agua, barro y restos hacían imposible el acceso a las mismas.
Además, Tortosa ha desvelado que todos sus compañeros transmiten una «sensación agridulce por haber podido ayudar y, a la vez, por haber comprobado que se precisa mucha más ayuda» de la que está en su mano prestar. De hecho, muchos de los agentes han dejado atrás parte de su material, «como pueden ser las linternas» para que los afectados por esta catástrofe puedan iluminarse por la noche hasta que se restablezca el suministro eléctrico.
