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P. Sellés
Alicante
Sábado, 29 de julio 2023
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Este viernes conocíamos que cinco playas de la provincia de Alicante iban a estar cerradas coincidiendo con el primer gran fin de semana del verano. Situaciones como estas se repiten cada año, y no son pocas las voces que alertan de su impacto en el turismo y el medio ambiente. En este sentido, la asociación Ecologistas en Acción elabora cada año un informe con el que inspecciona los 8.000 kilómetros de costas españolas para localizar sus puntos negros.
El informe reparte hasta 48 banderas negras por todo el país, con dos para cada provincia: una por contaminación y otra por mala gestión ambiental. En Alicante, ese dudoso honor le corresponde a dos playas ubicadas en latitudes opuestas de la provincia: una en la Marina Alta y otra en la Vega Baja.
En esta última comarca, los ecologistas han elegido la Cala Mosca oriolana como uno de los puntos negros de nuestra costa, debido a su «mala gestión». En su exposición de motivos, la entidad apunta que los alrededores de esta playa están «sobreexplotados urbanísticamente, con construcciones a pie de playa, la mayoría de ellas de uso turístico, y con un gran déficit de servicios públicos e infraestructuras, incluyendo el transporte público».
Consideran además que el Consistorio oriolano «no es capaz de gestionar adecuadamente esta falta de recursos y los vecinos no quieren más construcciones, que implicarían más saturación, más carencias y más atascos en la carretera N 332». A pesar de ello, hay un proyecto para construir 2.000 viviendas en primera línea, que según Ecologistas en Acción, «afectarían a la conservación de las especies vulnerables y aumentarían la presión humana sobre la costa». La situación en la playa es tal que acaba de perder su categoría de bandera azul.
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Jesús Nicolás
La otra playa alicantina en el punto de mira es la del Arenal de Xàbia, en este caso por contaminación. En lo que llevamos de verano se ha decretado el cierre de esta playa hasta en tres ocasiones debido a la presencia de contaminación en las aguas.
En el informe se constata que en la zona del Arenal «existe un grave problema de vertidos, debido a que cada vez que se producen episodios de fuertes lluvias y temporales, la costa aparece llena de toallitas y otros restos entre los cuales destacan las fatbergs (piedras formadas por cal, detergentes, restos fecales, grasas y celulosa)».
Según apuntan, la causa de estos vertidos «es la estación de bombeo de aguas residuales situada entre la Fontana, la cual tiene un aliviadero que desagua directamente al canal, que a su vez desemboca en la playa del Arenal». Al parecer, uno de los conductos de esta estación que pasa por la playa ha sufrido diversas roturas en los últimos años, favoreciendo la aparición de vertidos fecales a escasos metros de la orilla marítima.
Como parte de la solución, Ecologistas en Acción reclama una mejora del alcantarillado que permita «separar debidamente la red colectora de aguas pluviales y residuales, para controlar los posibles puntos en edificios y terrenos particulares donde se estén vertiendo las aguas pluviales en el alcantarillado residual».
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