El juego de las sillas en la Explanada de Alicante
Tan solo una treintena de asientos han sobrevivido a las Hogueras en el emblemático paseo
Bien saben los lectores que esta ave es una habitual de sobrevolar la ciudad disfrutando de sus placeres más habituales. Y en estos meses de verano como no parar a descansar en una de las ramas de las palmeras del paseo más emblemático de Alicante.
La lástima es que este mundano hábito cada vez sea más difícil para los autóctonos y foráneos porque, poco a poco, la Explanada ha ido quedándose sin sillas y del centenar que empezaron el año en 2025 apenas quedan una treintena. La escasez produce situaciones curiosas entre quienes visitan la ciudad y esperan a que les toque su turno de reposar posaderas con vistas al puerto de Alicante o el renovado fondo de saco de la Explanada.
Será por el calor que este año ha atropellado a los alicantinos o por el sol tradicional de esta tierra que los conocidos asientos están haciendo su agosto -aunque solo sea julio-. Para ellos no hay vacaciones que valgan y durante la época estival trabajan más que nunca, aunque su plantilla se haya reducido a la mínima expresión.
Cada año el Ayuntamiento de Alicante repone en enero 100 sillas que el departamento de Parques y Jardines coloca diariamente por la mañana y recoge por la noche. Sin embargo, es habitual que a lo largo del año este mobiliario vaya desapareciendo poco a poco. Por ello está previsto la colocación de otras 100 sillas extra que se irán reponiendo paulatinamente.
Durante el año 2024 estas reposiciones duraron hasta octubre, cuando las 200 sillas anuales previstas se agotaron y no volvió a colocar ninguna en el emblemático paseo hasta enero de 2025. En ese momento, el vicealcalde, Manuel Villar, explicaba que «se contabilizan cada día y van aminorando» e incidía en los hurtos de este mobiliario municipal «no demasiado pesado».