Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
La presidenta de la Mancomunitat de la Marina Baixa, que reúne a los ayuntamientos de Callosa d'en Sarrià, Polop, Bolulla, Tàrbena, Guadalest, Benimantell, Beniardà, Benifato y Confrides, ha dimitido de su cargo después de que el organismo haya aprobado un aumento en los emolumentos que perciben sus miembros por la asistencia a plenos y que la ya expresidenta, María Bou, ha cifrado en un 500% y que, de nuevo según su denuncia, implicará un aumento de 30.000 euros anuales en el presupuesto.
Bou, concejala del ayuntamiento de Callosa d'en Sarrià por Compromís, ha emitido un comunicado en el que expone que «después de la aprobación de una propuesta del municipio de Bolulla, presentada al mes de septiembre al Plenario de la Mancomunidad, tanto el cargo de Presidencia como las asistencias a los plenarios se han subido de forma vergonzosa y desorbitada».
En ese escrito justificando su renuncia, Bou añade que «habrá municipios donde su representante se llevará más dinero por asistencias, que el que ese municipio aporta para el mantenimiento de todas y todos los profesionales y servicios prestados por la Mancomunidad».
Además, lamenta que «tampoco se ha especificado de qué forma se han de pagar esas asistencias ni cómo se ha de pagar la dedicación de la presidencia» y subraya que «en el actual reparto de gastos, por número de habitantes, el municipio de Callosa d'En Sarriá volverá a ser el 'pagafantas' de los caprichoso de los pueblos pequeños que nada tienen que ver con el principio de solidaridad que inspiró la constitución de la Mancomunidad».
En concreto, la propuesta llevada al pleno de la Mancomunitat por el alcalde de Bolulla y aprobada por el organismo implica que se retribuya con 240 euros por la asistencia a esas sesiones plenarias, «cerca de un 500% sólo en asistencias a lo que hay que sumar las retribuciones de Presidencia, subiendo el presupuesto en borde 30.000», ha sentenciado Bou.
La hasta ahora presidenta critica, además, que en los últimos tiempos se han tomado varias decisiones que pueden poner en peligro muchos de los servicios que desde ese organismo se coordinan para los municipios más pequeños de la comarca.
Así, expone que en el año 2022 Callosa cedió un edificio para ser usado como Centro de Servicios Sociales, pero que la petición para que así se registrara y poder así tener acceso a subvenciones para su mantenimiento y equipamiento fue denegada por el organismo.
De la misma manera, critica en su escrito de dimisión el hecho de que la Mancomunitat votara en contra de cubrir una plaza laboral vacante para el puesto de psicólogo de intervención en infancia y adolescencia que da servicio a 41 familias de la zona.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Renault Comercial, con 300 empleados, cambió en junio su sede social a Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.