Ángel Urbina, el ingeniero que convirtió la defensa del agua en una misión por Alicante
El burgalés afincado en Elche recibe el título de 'Alicantino de Adopción 2025' por su medio siglo de trabajo incansable por el desarrollo hídrico y agrícola de la provincia
Su acento es del norte, pero su corazón late al ritmo del Mediterráneo. El ingeniero Ángel Urbina Olarte, natural de Miranda de Ebro (Burgos) y afincado en Elche desde 1969, ha sido reconocido como 'Alicantino de Adopción 2025', un título honorífico que la Diputación de Alicante concede a quienes, sin haber nacido en la provincia, han contribuido de forma decisiva a su progreso.
El Salón de Plenos del Palacio Provincial se ha llenado este domingo de emoción, aplausos y, sobre todo, reconocimiento. Entre los asistentes han estado el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y el presidente de la Diputación, Toni Pérez, quien ha entregado la distinción destacando que Urbina «ha marcado el devenir y desarrollo de nuestra provincia con su férrea defensa del agua».
Pérez ha descrito a Ángel Urbina como «un hombre un hombre cercano, generoso con su tiempo y con su saber, que no ha dudado en tender la mano cuando se le ha necesitado, que ha sabido escuchar, aconsejar y acompañar».
Desde que llegó a Elche, Urbina ha dedicado su vida al agua: a traerla, cuidarla y garantizarla. Ha participado activamente en los planes hidrológicos del Segura, Júcar y Ebro, ha sido impulsor del Trasvase Júcar-Vinalopó y pieza clave en el Memorándum del Tajo-Segura. Su objetivo, que sigue vigente a sus casi 80 años, es claro. Que ningún agricultor vuelva a sufrir por la falta de agua en Alicante.
En su discurso como 'Alicantino de Adopción 2025', Ángel Urbina ha puesto en valor una vida entera ligada al progreso. «Seguiré con mi compromiso y el de mi equipo, que es el de todos los alicantinos, por traer agua a Alicante», ha señalado, antes de enumerar siete compromisos que siguen guiando su labor. Desde mantener las reglas del Tajo-Segura, hasta garantizar el suministro a la Marina Baixa o reactivar el uso de aguas depuradas.
Por su parte, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha ensalzado su figura como símbolo del conocimiento y la coherencia. «Ángel sabe de agua. Cuando habla de agua le acompaña la razón técnica», he ahí los argumentos y las ideas sobre las cuales «no renuncia a la pasión por defenderlas».
El acto ha concluido con un sentido aplauso y una frase que resume su legado y su acción presente y futura. «Que esta distinción sea, más que un punto de llegada, un estímulo para seguir construyendo juntos un futuro de esperanza, innovación y convivencia, un futuro no lejano donde aquello que más deseas, sea un hecho constatable: la llegada del agua que merecemos para el progreso de esta tierra».