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Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya lo advirtieron: después del bajón del mercurio de los últimos días, que trajo temperaturas bajo cero en el interior de la provincia, llegaba un inusual episodio de calor en Alicante debido a un frente asociado ... a la borrasca Hipólito.
Y no ha fallado. Los registros en Alicante en las últimas horas han sido históricos. La madrugada de este lunes en la capital se han alcanzado 17,5 ºC, la temperatura más alta desde que hay registros (1885). Estos datos distan de los recogidos la madrugada del 15 de enero de hace 139 años, cuando se alcanzaron los 6,2 grados bajo cero, la temperatura más baja registrada en cualquier mes del año en Alicante.
En el resto de la Comunitat, Pego ha sido el municipio con las temperaturas mínimas más altas (19,4ºC), seguido del municipio valenciano de Miramar (18,5 ºC) y 'la terreta', muy elevadas para la época del año en la que estamos.
Los primeros datos registrados en Alicante datan de 1855. Las labores de recogida de datos se debió a la ola de frío siberiano que afectó a toda la Península Ibérica desde finales del año 1884 y enero del 85, según la Aemet.
El organismo estatal no descarta que durante esta semana se superen estos históricos registros. Según sus previsiones, el día más caluroso será el miércoles 17. Tras ello, habrá un brusco descenso de las temperaturas de hasta 10 grados a partir del viernes.
El fin de semana recuperará el tono habitual de un mes de enero, con máximas de 14 grados el sábado y 17 el domingo. Además, el organismo estatal da un 75 % de probabilidad de precipitación para el viernes, un 60 % para el sábado y un 40 % para el domingo.
El año 2023 ha sido «extremadamente seco y extremadamente cálido» con temperaturas que han superado hasta en cinco grados la media en algunos meses, según la Aemet. El cambio climático ha acentuado también los picos de calor, que cada vez son más frecuentes.
La situación de sequía pertinaz que sufre la Comunitat Valenciana continuará, por lo menos, hasta inicios de 2024. De cumplirse estas previsiones, 2023 será el más seco en los últimos 40 años, lo que ha provocado un déficit de precipitaciones brutal en el actual año hidrológico: en el acumulado solo han caído 11 litros por metro cuadrado cuando lo normal serían 99. Es decir, un déficit del 88%.
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