Adiós a Vicent Climent, el hombre que situó a Benidorm como capital del ocio
Bajo su gestión, el Benidorm Palace se erigió como una de las mejores salas de fiestas de Europa
Benidorm llora la pérdida de uno de sus grandes referentes del sector turístico. Vicente Climent Llorca, empresario finestratense y propietario del icónico Benidorm Palace, ha fallecido dejando tras de sí un legado imborrable en la historia reciente de la ciudad. Su nombre está irremediablemente ligado a la consolidación de Benidorm como capital del ocio y referente internacional en el mundo del espectáculo.
El anuncio de su fallecimiento, realizado a través de las redes sociales del Benidorm Palace, ha provocado una oleada de reacciones entre vecinos, trabajadores del sector turístico y personalidades del ámbito institucional. «Su entrega, humanidad y visión han dejado una huella que perdurará para siempre», rezaba el mensaje difundido desde el equipo que lideró durante décadas. En él, también se expresaba el dolor de toda la familia del Grupo Palace y se enviaban condolencias a los familiares y allegados.
Vicente Climent no fue un simple empresario. Su visión trascendía lo meramente económico. Supo entender antes que nadie el enorme potencial que tenía Benidorm como foco de atracción turística internacional y, sobre todo, como epicentro del entretenimiento. Bajo su dirección, el Benidorm Palace se transformó en una de las salas de fiestas más prestigiosas del Mediterráneo, con espectáculos que mezclaban glamour, profesionalidad y una puesta en escena digna de los grandes cabarets europeos.
Por allí, y en su época de mayor esplendor, pasaron figuras tan relevantes como Louis Amstrong, Gloria Gaynor, The Platters, The Drifters, Four Tops, Lola Flores, Carmen Sevilla, Isabel Pantoja, Rocío Jurado, Rocío Dúrcal, María Jiménez, Marisol, Paloma San Basilio, Peret, Pimpinela, Rafaella Carrá, Raphael... y todo artista de renombre que se preciara en la época.
Pero su influencia no se limitó a este emblemático recinto. Desde el Grupo Palace impulsó otros proyectos como el Benidorm Circus —que ofrecía espectáculos circenses bajo carpa durante las temporadas altas— o la discoteca Benidorm Caribe, ubicada en Punta Cana, una apuesta valiente por internacionalizar la marca turística que él ayudó a forjar.
Reconocimiento a una vida dedicada al turismo
En 2019, la Generalitat Valenciana le otorgó uno de los Premis Turisme Comunitat Valenciana, un galardón que reconocía no solo su trayectoria profesional sino también su contribución a la reputación del destino Benidorm. Fue un merecido homenaje en vida a una figura que trabajó sin descanso para elevar el nombre de su ciudad adoptiva.
Aunque nacido en Finestrat, Climent dedicó su vida profesional a Benidorm. Su compromiso con la ciudad se manifestaba tanto en la excelencia de sus propuestas como en su firme voluntad de adaptarse a los nuevos tiempos. Supo renovar su oferta manteniendo siempre la esencia que hizo del Benidorm Palace un espacio especial para generaciones de turistas y residentes.
El Benidorm Palace, su obra maestra
Inaugurado en 1977, el Benidorm Palace no tardó en consolidarse como uno de los espacios de referencia del ocio nocturno en España. A lo largo de las décadas, su escenario ha acogido artistas de talla internacional, espectáculos de variedades, eventos institucionales y hasta concursos de belleza. Siempre con un alto estándar de calidad y profesionalidad, se convirtió en visita obligada para quienes buscaban una experiencia diferente en la ciudad.
El empreario convirtió este templo del espectáculo en una marca por sí misma, capaz de competir con las grandes salas de París, Berlín o Las Vegas. Su apuesta por el trabajo bien hecho, por rodearse de un equipo fiel y profesional y por cuidar hasta el último detalle, hicieron del Palace un icono turístico de primer orden.
Climent y su familia compraron la sala en 1997, cuando se cumplía su 20º aniversario (aunque ya la gestionaban desde principios de esa década), con el objetivo de devolverle su antiguo esplendor en una época en la que ese tipo de locales parecían languidecer. «Si hubiéramos vendido el solar para construir un hotel, solo con el terreno ya hubiéramos ganado más del doble que en todo un año de duro trabajo», explicaba en su día.
Pese a esos pingües beneficios potenciales, él siempre lo tuvo claro. «No vamos a vender», repetía siempre que ese rumor corría por las calles de la capital turística. Y es que, para conseguir que el Benidorm Palace dejara de ser un anacronismo del siglo XX, Vicent Climent se embarcó en una impresionante aventura en forma de remodelación y modernización que llevó a la sala al siglo XXI.
Reinvención constante
Se optó entonces por desterrar primero el concepto 'night club' para abrir el espectáculo a un público familiar, se acometió una importante reforma de la fachada para acabar con su estética setentera y convertirla en un moderno buque metálico que recuerda al Guggenheim, se incluyó la posibilidad de cena con espectáculo y se abrió el melón de los grandes conciertos.
El Benidorm Palace vivió entonces una segunda juventud de la mano de los artistas que más sonaban entonces. Pasaron por su escenario nombres como los de Alaska, Alejandro Sanz, Ana Belén y Víctor Manuel, Antonio Orozco, Ara Malikian, Sweet California, Abraham Mateo, Camela, UB40, David Bisbal, Sara Baras, Pitingo, Pablo López, Niña Pastori, Miguel Poveda, Albano o Héroes del Silencio.
Sin embargo, como todo en el turismo y en el espectáculo, aquella vía también comenzó a dar muestras de agotamiento. Fue entonces, relataba el propio Vicent Climent de la época, cuando «decidimos dejar de competir con los muchos festivales que organizan ayuntamientos y otras entidades y optamos por darle toques más contemporáneos al espectáculo, contar con un buen equipo y buena iluminación porque está muy acostumbrada a ver la televisión y tienes que estar a la altura y cada año innovar y cambiar el espectáculo».
En ese nuevo resurgir, tuvo también mucho que ver un 'reality' emitido en una televisión británica que, bajo el título 'Escape to the sun', tenía a la mujer de Climent como una de sus protagonistas siguiendo su papel como propietaria de la sala de fiestas. El efecto llamada de aquel programa se dejó notar sobremanera, con un desembarco de 70.000 espectadores más tras esa temporada.
Un empresario cercano y humano
Pese a su éxito empresarial, quienes lo trataron coinciden en subrayar su humildad, cercanía y compromiso social. Era un hombre accesible, atento a las necesidades de su equipo y preocupado por la comunidad. A lo largo de su vida, impulsó también numerosas iniciativas solidarias y colaboró en eventos benéficos, entendiendo siempre que el éxito solo tiene sentido si se comparte.
Por eso, la noticia de su fallecimiento ha calado hondo en muchos sectores de la ciudad. Son incontables las muestras de cariño recibidas desde el anuncio de su muerte, lo que demuestra el profundo aprecio que despertó entre quienes lo conocieron, tanto en lo profesional como en lo personal.
Último adiós en La Vila Joiosa
La misa funeral por Vicente Climent se celebrará el viernes 27 de junio de 2025 a las 12:00 horas en el Tanatorio Marina Baixa, en La Vila Joiosa. Será una ocasión para rendir homenaje a un hombre que supo combinar la pasión por su trabajo con una generosidad innata.
Benidorm pierde a uno de sus referentes, pero la huella de Vicente Climent perdurará en cada rincón del Benidorm Palace, en cada aplauso del público, en cada turista que regresa a casa maravillado por un espectáculo inolvidable. Su historia es también la historia del turismo en Benidorm, un ejemplo de cómo la visión y el esfuerzo pueden transformar una ciudad.
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