Semana Santa Alicante 2025: Procesiones del Jueves Santo en Alicante

Alicante calla el Jueves Santo. Después de la exhibición de arte, color y devoción del Miércoles Santo, con la Santa Cruz como emblema, el Jueves Santo, día de la crucifixión y muerte de Cristo, las procesiones de la ciudad se tornan más oscuras y silenciosas. Es tiempo de duelo en Alicante. Las tardes se transforman en procesiones nocturnas, apenas iluminadas; las saetas se ahogan en misereres y rezos de súplica. El Cristo de la Buena Muerte, el Señor de Alicante, es honrado en su penúltimo paso hacia la Resurrección.

El Jueves Santo alicantino cuenta con cinco Cofradías y Hermandades que procesionan en la ciudad de Alicante. Lo hacen desde diversos puntos: las parroquias de San Antonio de Padua y María Auxiliadora, la concatedral de San Nicolás y la parroquia de San Juan Bautista.

A su paso por las calles de la ciudad llenan las calles de música, oraciones e, incluso, silencio. Cada una de ellas cuenta con elementos distintivos que ponen en valor la riqueza patrimonial, cultural y de advocaciones que tiene Alicante.

Además, son varias las que ofrecen encuentro entre sus propios pasos, así como entre dos Cofradías, como es el caso del Cristo de la Paz de Benalúa y María Santísima del Mayor Dolor. O como la Santa Cena que este año cambia de ubicación para el encuentro de sus cuatro pasos que pasará a la Rambla.

La Santa Cena de la Hermandad Salesiana tiene el paso más grande de España, que le da nombre. Son los doce apóstoles y Jesucristo en la citada escena bíblica, en un trono no solo adornado, sino también repleto de comida auténtica, que después se reparte en la beneficencia.

La salida procesional se hará el patio de la Casa Salesiana (en la calle Catedrático Ferre Vidiella) está previsto a las 20.00 horas. Será desde las puertas traseras de su sede canónica, la parroquia de María Auxiliadora, donde se inicie el recorrido de sus imágenes titulares. Es un momento de riesgo y emoción debido a la pronunciada cuesta que conecta este espacio con la calle Médico Ferré Viadela.

Los pasos que procesionan son la Santa Cena de Juan de Ávalos, Ortega Bru y V. Salvador; el Santísimo Cristo de la Caída de Hernández Navarro; el Cristo Esperanza de los Jóvenes; y María Madre de Misericordia Auxiliadora del Pueblo Cristianos de Hernández Navarro.

A este le sigue el Santísimo Cristo de la Caída, obra de Hernández Navarro en 1994, junto al Cristo Esperanza de los Jóvenes, una escultura anónima del siglo XIX, y la Maria Madre de Misericordia Auxiliadora del Pueblo Cristiano -talla de Hernández Navarro en 1995-.

Dichos pasos circulan hasta la avenida de la Estación, después desfilan por las calles de la zona del Mercado Central hasta arribar a la Carrera Oficial. Es al final de la Rambla, junto a la calle San Fernando, donde recogen cada uno de los tronos tras la marcha por las calles de Alicante.

Este año no se realizará la tradicional lectura de los versos de la Pasión ni el Encuentro de Tronos, ante la Diputación Provincial, este momento se ha trasladado al final de la Rambla de Méndez Núñez, donde los cuatro paso se saludarán en un emotivo momento. Además, también hay preparada una petalá a la Virgen en la calle Juan Bosco.

Una de las curiosidades de esta procesión es la narración de los sucesos de la Pasión, referentes a cada uno de los tronos, durante su salida y llegada a la avenida de la Estación, en la puerta de la Diputación de Alicante. Además, cada uno de ellos porta diferentes reliquias que simbolizan el Via Crucis de Cristo hasta su muerte en la cruz.

La estrechez de la puerta de la Parroquia San Antonio de Padua marca el riesgo en el recorrido de esta procesión. Son dos pasos los que cruzan el arco para desplazarse hasta la calle del Poeta Quintana y, desde ahí, cruzar la avenida Alfonso X el Sabio, donde toma rumbo para iniciar la ruta por la Carrera Oficial.

En primer lugar, esta Cofradía está encabezada por el paso de la Santa Redención, obra de los Talleres de Arte Religioso Salmerón en 2004. Le sigue María Santísima del Mayor Dolor, una talla de José María Leal Bernáldez de 2015.

Una de las curiosidades de estos pasos es su encuentro con el Cristo de la Paz de Benalúa en la fachada del Teatro Principal de Alicante, en la plaza de Ruperto Chapí. Es a la llegada de ambos pasos, el Cristo y su Madre cuando ambas Cofradías elevan al cielo sus imágenes para, al ritmo del Himno de España y otras marchas religiosas, hacer bailar sus figuras en un emotivo y único momento.

Asimismo, la Santa Redención hace un segundo encuentro, esta vez entre sus dos pasos, a la llegada a su sede canónica, al término de la procesión. En este sentido, el acompañamiento musical que marca el sendero son a la cabeza la Fanfarria de la Santa Redención, para el paso principal los Tambores de la Agrupación Musical Costa Blanca y Nuestra Señora del Consuelo de Alicante y con la Virgen la Agrupación Musical Sociedad Cultural Deportiva Carolinas de Alicante.

Una de las procesiones más espectaculares de Alicante, por sus movimientos y coordinación entre costaleros, es la del Cristo de la Paz -talla de los Hermanos Blanco en 1984- y Nuestra Señora de la Piedad y Caridad -esculpida por Joaquín Mayans Ruiz en 2004, en sustitución de la imagen primigenia realizada en los talleres de Sucesores de José J. Sacrest y compañía en los años 50-. Son varios los ensayos que realizan para superarse año tras año. Es a través de bailes de tronos cómo los capataces ensalzan las imágenes.

La marcha arranca a las 20.30 horas desde la Parroquia de San Juan Bautista en el barrio de Benalúa. Seguidamente, las campanas anuncian la salida del Cristo de la Paz seguida de Nuestra Señora de la Piedad y Caridad.

Es a pocos metros de su sede canóniga donde ambos pasos realizan un encuentro. La plaza Navarro Rodrigo del distrito es testigo de ello y, con este momento, ponen rumbo hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, donde ambos pasos ejecutan su Estación de Penitencia. En ella, el Cristo y la Virgen bailan hasta hacer una reverencia ante el templo para rendir pleitesía.

De nuevo en marcha, el Cristo de la Paz llega hasta el Teatro Principal de Alicante, lugar en el que espera María Santísima del Mayor Dolor de la Cofradía de la Santa Redención para practicar un segundo encuentro. Una vez finalizado, parte hasta la Carrera Oficial, antes de poner fin con una última reverencia entre los dos pasos benaluenses en la plaza del Ayuntamiento.

Fundada en 1956 por el recordado Padre Fontova -en el seno de la Congregación Mariana-, la Hermandad del Perdón sale de nuevo a las calles de Alicante. Lo hace desde la Concatedral de San Nicolás, donde una plaza del Abad Penalva le espera con luces apagadas y el sonido de un coro de voces blancas.

Es desde el pórtico donde salen las imágenes del Cristo del Perdón -elaborada por los Hermanos Blanco en 1956- y los Ladrones -también de los Hermanos Blanco un año después-. Tras ellos aparece María Medianera de todas las Gracias -una talla anónima de 1957-. Como acompañamiento musical encabeza la procesión la Banda de Tambores de la Hermandad.

Los hermanos, que portan cruces de madera y antorchas, rezan el Santo Rosario durante todo el recorrido. Es una de las más austeras de Alicante, de ahí el sobrenombre de la procesión 'de los sacos', puesto que carecen de cualquier ornamentación adicional. En la procesión participan los alumnos del colegio CEU Jesús María de Alicante portando los tronos.

La procesión del Silencio en Alicante es una de las de mayor participación de toda la Semana Santa. No en cuanto a hermanos, pero sí a devotos y fieles que cumplen sus promesas al Cristo de la Buena Muerte, al que los alicantinos tienen tanta fe que es conocido como el 'Señor de Alicante'. Junto a él, Nuestra Señora de las Angustias, la única talla de Francisco Salzillo -elaborada en el siglo XVIII- que procesiona en Alicante.

El Santísimo Cristo de la Buena Muerte es una escultura anónima del siglo XVI. Ambos pasos salen de la Concatedral de San Nicolás. Su cabecera es el único punto de sonido que cuenta el recorrido a través de los trombones de varas y timbales de l'Aliança de Mutxamel. Asimismo, son gran cantidad de promesas las que acompañan al Cristo de la Buena Muerte durante un recorrido impregnado por el silencio.

Un coro entona misereres a paso de los Sagrados Titulares en algunos puntos de la procesión, como son la confluencia de la calle de las Monjas, San Agustín y Montengón, y en la calle López Torregrosa con Artilleros. Además, es especialmente impactante la salida de la Concatedral de San Nicolás, con el alumbrado apagado.

Como novedad, este año la iluminación de los tronos del Cristo y la Virgen están totalmente renovadas. Además, se han restaurado los faroles guía restaurados de la procesión original.

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