Una peligrosa bacteria obliga a cerrar la piscina de la UA
Queda suspendida la actividad de natación libre | Se devolverá proporcionalmente el dinero de los abonos por el uso de la instalación
La presencia de una peligrosa bacteria en el agua de la piscina ha obligado a la Universidad de Alicante (UA) a cerrar las instalaciones. Las autoridades universitarias evitan de este modo que se pueda producir algún tipo de problema sanitario a la vez que se racionalizan los procedimientos, los plazos y presupuestos.
La actividad de natación libre queda suspendida. El cierre de la piscina también ha obligado a replanificar tanto la actividad física como el calendario de entrenamientos, así como las condiciones de uso de las tarjetas y bonos de piscina. A fin de evitar al máximo las molestias y mantener los entrenos del deporte reglado, la UA ha llegado a un acuerdo con el Club Atlético Montemar para el uso de sus instalaciones.
Para las personas que dispongan de tarjeta deportiva universitaria en vigor y bonos de uso, la Universidad de Alicante ha establecido una serie de medidas para reintegrarles proporcionalmente las cantidades de lo abonado. La información sobre las medidas adoptadas y los procesos para las devoluciones estará disponible en la página web del Servicio de deportes de la UA: https://sd.ua.es/es/
Grietas en el fondo
El vicerrector de Infraestructuras, Sostenibilidad y Seguridad Laboral, Salvador Ivorra, ha explicado que la aparición de la bacteria (Pseudomonas) obedece a que «el surgimiento de una serie de grietas en el vaso de la piscina ha provocado filtraciones que impiden mantener el nivel de agua óptimo para que la depuradora realice con plenas garantías su función».
En los últimos meses se han llevado a cabo distintas actuaciones parciales, como el sellado de grietas, que han logrado garantizar la calidad del agua durante el último semestre pero que ya resultan insuficientes. Para evitar poner en riesgo la salud de los usuarios, se ha preferido clausurar las instalaciones y acometer una reforma integral. Estas obras ya estaban prevista para la cubierta del pabellón, que se llevará a cabo a partir de mediados del próximo año. La aparición de la bacteria no ha hecho sino hacerlas coindicir con el cierre sanitario.
Según Salvador Ivorra, las obras de la piscina estaban previstas y licitadas para iniciarse el pasado mes de marzo pero «tuvieron que posponerse porque el incremento de costes en las materias primas aumentó el presupuesto inicialmente licitado en torno a un 40% y la Ley de Contratación obliga a volver a licitar». Así las cosas, la UA iniciará un nuevo procedimiento que podría estar listo para el mes de marzo.
Las obras, que afectarán a las zonas húmedas, la cubierta y la estructura, se llevarán a cabo en fases para evitar el cierre global del pabellón.
