De la finca al ruedo: la realidad virtual llega a la plaza de toros de Alicante
El coso alicantino cuenta con varias experiencias para vivir de manera diferente el arte del toreo
¿Cómo son los toros mientras pastan en las fincas?, ¿cómo se torea en la placita de tientas de Juan Pedro Domecq?, ¿cómo son las entrañas de la plaza de toros de Alicante?, ¿cómo se ve desde el aire? Aunque quizás muchos alicantinos no tengan la respuesta a estas preguntas, cada vez más turistas han vivido estas experiencias a través de la realidad virtual del museo de la plaza de toros de Alicante.
Y es que el coso alicantino cuenta con unas gafas en las que puedes sobrevolar este emblemático entorno conociendo su historia, sus detalles y sobre todo los rincones secretos que recorre el toro desde la manga de chiqueros hasta que salta al ruedo.
Pero la experiencia va mucho más allá y lleva al viajero a experimentar el toreo en la placita de tientas de la finca 'Lo Álvaro', donde pastan los toros de Juan Pedro Domecq. Una oportunidad de convertirse en el matador que realiza este ritual sagrado para los amantes del toreo en la que se mide la resistencia y bravura del animal.
Por este museo han pasado ya más de 20.000 personas en apenas un año, más de 2.000 al mes. Algunos de ellos han sido Rosina de 37 años y Flyn de 11, que han llegado de India a visitar Alicante. Para ellos la experiencia ha sido «increíble» y «muy realista». Una opinión que comparten otros como los polacos Maia (de 3 años) y su madre Ewa (de 65) a la que el paseo con realidad virtual les ha sabido a poco y esperan ver alguna corrida en vivo.
20.000 visitantes
en un año
Pero esta experiencia en vivo no solo permite disfrutar de la plaza de toros de Alicante de una manera única, sino que también cuenta con un audio en seis idiomas -castellano, inglés, polaco, francés, italiano y alemán- en los que explican curiosidades y datos de este arte. Un aspecto que ponen en valor también los polacos Asha y Olek que les parece buena idea «dar a conocer las tradiciones» de una manera tan cercana.
El colofón a esta experiencia es justamente ver de primera mano la tienta de uno de estos majestuosos animales en una plaza. Tras acompañar a las reses por los campos. la cámara se asienta sobre el propio torero para realizar esta ceremonia que se puede disfrutar de una manera impresionante y difícil de lograr en persona. El próximo paso -quizás no muy lejano- será que la realidad virtual lleve a los visitantes a poder torear por sí mismos como si estuvieran en la misma plaza un día de feria.