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Familiares de Antonio García. Miriam Gil Albert
«Dios me ha escuchado y nos ha devuelto a mi hermano»

«Dios me ha escuchado y nos ha devuelto a mi hermano»

La familia del alicantino que llevaba más de un mes desaparecido en Bélgica viaja este sábado a Brujas para reunirse con él

David Francés

Viernes, 30 de agosto 2024, 18:26

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Dos hermanos del alicantino hallado en Bélgica tras más de un mes desaparecido, tienen previsto viajar este sábado a Brujas para reunirse con él y con otra hermana, Luisa, residente en el país belga. Así lo ha confirmado a TodoAlicante Angustias García, quien prácticamente había arrojado la toalla de poder encontrar con vida a su hermano Antonio: «La esperanza ya estaba casi perdida pero, Dios me ha escuchado y nos lo ha devuelto».

Luisa García ya ha podido ver a su hermano, después de que este se personara en una comisará, desorientado, para pedir ayuda. A finales de semana o principios de la próxima regresará con su familia a España, ya que, como comenta Angustias, «solo tenían billete de ida, porque la intención era viajar para buscarlo».

Sobre las 8 de la mañana de este viernes, 30 de agosto, las autoridades belgas se han puesto en contacto con Luisa García para informar de que su hermano se había presentado allí, pidiendo ella que Antonio se quedara con los agentes hasta su llegada a la comisaría para evitar que pudiera volver a desorientarse y perderse. La distancia entre las dependencias policiales y la casa de Luisa y su marido es de unos 180 kilómetros.

Angustias García comenta a TodoAlicante que solo está «un poco más tranquila» en estos momentos, aunque matiza que «cuando lo vea, por videollamada, me tranquilizaré, al final ha sido un mes y cuatro días de mucho sufrimiento».

Desaparecido desde el pasado 26 de julio

Antonio García desapareció el pasado 26 de julio cuando se disponía a regresar a España después de un mes intentando hacer una nueva vida en Bélgica. Cuando se encontraba subido al avión en el Aeropuerto Intenacional de Ostende, se quedó sin ropa, por lo que las autoridades belgas lo bajaron de la cabina. Desde ese momento, se le perdió la pista.

Antonio, de 57 años, es diabético, y en su estancia en el país no había podido retirar la medicación al no estar empadronado, apuntan desde la familia. Cuando no llegó a Alicante, saltaron todas las alarmas y la familia se puso en movimiento para localizarlo, pero a pie y sin ningún tipo de pista sobre su paradero. Llegando incluso a pegar carteles por la ciudad. Luisa y su marido recorrían todos los días las calles después de trabajar para ver si se encontraban con él.

El problema para la familia era, además, que no sabían cómo proceder en un caso como este y con todo el dolor que tenían encima tampoco se les ocurrían los pasos a seguir. Antonio se encontraba sin teléfono móvil y no estaba moviendo dinero de su cuenta, con lo que la preocupación de su familia no hacía más que ir en aumento. Todo el barrio en el que residía se ha volcado con la familia para hacer lo que pudieran por ellos.

Desde el barrio del Cementerio, donde residía, estaban planeando realizar una manifestación para reclamar más empeño en su búsqueda. Desde el Secretariado Gitano, en especial su secretario, José Fernández, habían iniciado una serie de medidas para que se pusiera en marcha una búsqueda más exhaustiva. Junto con la familia, esta misma semana habían puesto en conocimiento de la embajada española el caso, que ya poseía toda la documentación requerida para la operación internacional.

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