«Me desplomé y empecé a llorar porque no sabía si sobreviviría»
El 'ángel del autobús', Francisco Salinas, narra cómo salvó la vida a un hombre que entró en shock y qué es lo que hay que hacer en estos casos
«No lo pensé, yo salí corriendo», fueron las palabras de Francisco Salinas, un joven de 21 años que salvó a un hombre en un autobús. El día 17 de junio de 2023 será un día que este estudiante de Educación Física y Deporte en la Universidad de Alicante no olvidará nunca. Regresaban de la fiesta de paellas universitarias con su novia cuando en, apenas unos minutos, su vida cambió.
Taxi o autobús fue lo que se planteó la pareja para volver a casa y decidieron subirse a la línea 4 de Vectalia, la empresa concesionaria del transporte público en Alicante, alrededor de las 22.40 horas. Poco después, subió un hombre acompañado de su mujer. «Sentí que algo no iba bien cuando entró en el autobús, parecía desorientado», ha explicado Salinas.
De repente, la mujer empezó a gritar: «Ayuda, ayuda» porque al hombre se le habían puesto los ojos en blanco. En ese momento, el joven reaccionó y fue corriendo a ver qué estaba pasando. «En menos de 10 segundos busqué si respiraba y si tenía pulso», ha relatado. «Lo tengo súper en shock. Todo esto fue en nada. En instantes, estaba encima del hombre haciéndole la RCP», ha explicado.
Fue entonces cuando coordinó a todo el autobús para poder reanimar al hombre. Encargó a su novia que llamara a emergencias, a otra mujer que abanicara al hombre, una tercera que se ocupara de darle agua y un chico que seguía sus instrucciones.
El hombre acabó tumbado en el pasillo del autobús para hacerle la maniobra RCP, que combina respiración boca a boca y compresiones torácicas. Salinas tuvo que subirse encima de él para poder practicarle la reanimación porque no cabían en ese paso tan estrecho.
Sin embargo, el hombre volvía a «irse» y empezaban de nuevo. Les ocurrió tres veces hasta que llegó la ambulancia, tomó el relevo y lo estabilizó. «Fueron los diez minutos más largos de mi vida», ha explicado.
Llegaron los refuerzos
«Me desplomé, comencé a llorar porque no sabía qué iba a pasar con él. No podía saber si sobreviviría» ya que nadie podía facilitarle la información, ha confesado el protagonista de la historia. Fue un responsable de la empresa de transporte público, quién se puso en contacto con él, tras interesarse por lo que había pasado, y le aseguró que el hombre estaba bien.
La policía y los trabajadores de la ambulancia «me dieron la enhorabuena porque el hombre estaba vivo y estable gracias a que yo había estado ahí», ha admitido.
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Salinas ha provechado la oportunidad para reivindicar la importancia de los conocimientos básicos de primeros auxilios que tendría que tener toda la población. El joven es monitor de gimnasio y recibió este curso cuando empezó a trabajar con ellos. Ahora más que nunca, se siente muy agradecido al establecimiento por haberle dado estos recursos.
Además, la concesionaria del servicio de autobuses en Alicante ha querido tener un pequeño detalle con el gesto heroico de Francisco Salinas, al que entregaron una placa reconociendo su «valentía y determinación para salvar la vida de un pasajero en el autobús».
