Desmantelan un prostíbulo clandestino oculto tras una puerta secreta en un negocio de un municipio de Alicante
La Policía Nacional ha detenido a los tres regentes, quienes presuntamente obligaban a las trabajadoras a ejercer la prostitución 12 horas cada jornada durante seis días a la semana
Tras una puerta secreta a la que sólo se podía acceder mediante la apertura de un pulsador camuflado entre la barra del local. Así se accedía al puticlub clandestino que la Policía Nacional ha desmantelado en Alfaz del Pi.
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Los agentes han apresado a los tres regentes del prostíbulo ilícito que operaba bajo la apariencia de un disco pub. En el interior del local, las trabajadoras carecían de contrato laboral y eran obligadas a ejercer la prostitución 12 horas diarias, durante seis días a la semana. Los detenidos, de nacionalidad rumana y portuguesa, están acusados de los delitos de prostitución y contra el derecho de los trabajadores, según fuentes policiales.
La investigación tuvo su inicio tras una inspección rutinaria realizada por la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Comunitat Valenciana, donde tras examinar el local encontraron evidencias de que en dicho lugar se ejercía la prostitución, puesto que existían habitaciones a modo de hostal que no encajaban con la licencia de actividad que únicamente contemplaba ser un disco pub. Asimismo, el negocio se publicitaba a través de una página web con imágenes de mujeres que al parecer ofrecían sus servicios sexuales.
Fruto de las gestiones practicadas durante la investigación, los agentes pudieron constatar que las mujeres que se encontraban allí trabajando lo hacían sin contrato alguno y eran obligadas a ejercer la prostitución con jornadas laborales de 12 horas diarias, durante seis días a la semana.
Una puerta secreta
La actividad primordial del negocio no era otra que la prostitución, la cual se realizaba de manera clandestina, ya que la zona de las habitaciones se encontraba oculta tras una puerta secreta a la que sólo se podía acceder mediante la apertura de un pulsador que se encontraba camuflado entre la barra del local.
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En la fase de explotación de la investigación, se llevó a cabo la detención de tres sospechosos, un hombre y dos mujeres, regentes del prostíbulo, quienes ejercían tareas diferentes en el negocio. Mientras el varón tenía el control total sobre las trabajadoras, encargándose de cobrar los servicios que realizaban y de restringirles hablar fuera del local con cualquier cliente, las apresadas vigilaban que las normas se cumplieran.
Tras las detenciones, se llevó a cabo un registro en el local donde se intervino la cantidad de 11.750 euros en efectivo, medicamentos para la disfunción eréctil, así como diversa documentación relacionada con los delitos investigados como anotaciones de nombres de mujeres y cantidades de dinero.
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