Un bar castigado por dos ladrones y móviles a 20 euros en Orihuela
La Policía Nacional ha detenido a uno de los presuntos delincuentes y busca a su compinche
Un bar de Orihuela sufrió dos robos en apenas cinco días. En el primer asalto, los delincuentes se llevaron cinco móviles, botellas de alcohol, lotería y 1.860 euros. En el segundo, forzaron una máquina de bolas y consiguieron hacerse con 300 euros, según ha podido conocer TodoAlicante.
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Efectivos de la Policía Nacional de Orihuela iniciaron las pesquisas para dar con el o los autores de los robos. Durante la investigación, los policías averiguaron la identidad de los dos ladrones y la de los individuos que vendieron los móviles sustraídos en los asaltos, a un precio de ganga: dos por 40 euros y otro por 25, de acuerdo a las mismas fuentes.
Los policías pudieron arrestar a uno de los ladrones, un ciudadano español de 45 años que cuenta con antecedentes por robos con fuerza y delitos contra el patrimonio, quien reconoció los hechos y declaró que había vendido los móviles -a través de otros- en el mercado negro.
La Policía Nacional busca al otro sospechoso identificado del robo e investiga la relación que tenían los ladrones con los individuos que pusieron en el mercado los móviles sustraídos.
El negocio de los móviles robados
Los robos de móviles se han convertido en un problema creciente en la provincia de Alicante, y su venta ilícita, especialmente a precios bajos, es una de las razones por las que este tipo de delito sigue siendo tan común. La mayoría de los dispositivos sustraídos son comercializados de forma ilícita.
En muchos casos, el valor de los teléfonos robados es mucho mayor que el precio por el que se revenden en el mercado negro. Asimismo, es común que los delincuentes vendan estos dispositivos por cantidades muy bajas, como en el caso de los sustraídos en el bar de Orihuela -por unos 20 euros-.
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Esta venta ilícita beneficia a los delincuentes, que pueden deshacerse rápidamente del móvil robado y obtener una ganancia inmediata, aunque pequeña. A su vez, esto crea un ciclo en el que los terminales sustraídos se siguen comercializando y pasan desapercibidos.
El bajo precio de venta también atrae a compradores que, muchas veces, desconocen el origen del dispositivo y la ilegalidad de la transacción. Sin embargo, existen riesgos asociados a la compra de estos móviles robados, ya que, en algunos casos, el dispositivo puede ser bloqueado por el propietario original o por las autoridades, dejando al comprador con un teléfono inutilizable. Además, comprar productos robados contribuye a la perpetuación de este tipo de delitos, al crear una demanda que «fomenta el robo y la venta ilícita», señalan fuentes policiales.
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