Aula de un un colegio de educación primaria EFE

Volver a empezar otra vez: así afecta a los estudiantes alicantinos el regreso al cole

La ansiedad o el estrés son algunas de las emociones que pueden surgir en los primeros meses del curso | En otros casos prevalece la alegría propia del reencuentro con el grupo de amigos

Ángel G. Jiménez

Alicante

Sábado, 7 de septiembre 2024, 06:28

Con septiembre llega el regreso a las clases, y con él, los cambios. Las familias preparan mochilas, libros y uniformes, mientras ajustan horarios para volver a la rutina. Para muchos niños y niñas, esta vuelta implica algo más que retornar a las aulas: es un momento de transición que puede generar nervios, ansiedad y otras emociones.

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«Este mes significa el comienzo de un periodo lleno de nuevos retos para la población infantil», comenta Laura Palau, psicóloga experta en infancia y adolescencia del Centro FAMILIE. La psicóloga explica que, aunque el regreso a clase «es una experiencia compartida, no todos los niños la afrontan de la misma manera». Algunos pueden sentir ansiedad o miedo, mientras otros lo ven como una oportunidad para reencontrarse con amigos y aprender cosas nuevas.

El regreso a la rutina escolar puede generar emociones tanto positivas como negativas. Palau indica que «la ansiedad y el nerviosismo son sentimientos comunes» en este proceso, ya que enfrentan «la incertidumbre de separarse de sus familias, adaptarse a nuevas exigencias académicas» o cerciorarse que las relaciones con compañeros no se hayan quedado obsoletas. «La intensidad de estas emociones depende mucho de la personalidad del niño y su capacidad para manejar el cambio», señala Palau.

Grupos más vulnerables al estrés escolar

La psicóloga destaca que algunos niños, «especialmente aquellos con dificultades sociales o que han atravesado cambios significativos» en su vida familiar, «son más propensos a experimentar estrés durante esta transición». Niños con Trastornos del Espectro Autista o problemas de aprendizaje, por ejemplo, pueden enfrentar retos mayores al ajustarse a las demandas sociales y académicas del nuevo curso.

Para ayudar a los niños a enfrentar estos desafíos, Palau recomienda que los padres mantengan una comunicación abierta con sus hijos y promuevan hábitos saludables, como una rutina de sueño adecuada. Escuchar sus preocupaciones y brindarles un espacio para expresarse es crucial para hacer que esta transición sea más llevadera. «Validar sus emociones y ofrecer un entorno estructurado y de apoyo les ayuda a adaptarse mejor a los cambios», aconseja la experta.

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Según el portal especialista en salud mental infantil Child Mind Institute, los cambios asociados al regreso a clase pueden generar diversas ansiedades. Una surge por separación, que afecta a niños que temen estar lejos de sus padres, mientras que otra es de tipo social, es decir, dificulta la interacción en niños muy tímidos. El mutismo selectivo impide que hablen en ciertos contextos, como con maestros. Además, la ansiedad generalizada provoca preocupación constante, especialmente en el ámbito académico, y los niños con TOC realizan rituales para mitigar pensamientos estresantes.

Por otro lado, Palau enfatiza que las escuelas también juegan un papel esencial en este proceso. Las instituciones deben ser espacios seguros donde los niños puedan desarrollarse emocional y académicamente, sin olvidarse por supuesto de divertirse cuando sea posible. «Es vital que las escuelas fomenten la autonomía de los alumnos, proporcionen rutinas claras y promuevan la comunicación emocional», concluye Palau.

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Este año, el curso escolar en la Comunitat Valenciana comenzará con un total de 807.570 alumnos distribuidos en las diferentes etapas educativas, incluyendo bachillerato y formación profesional. Sin embargo, las cifras reflejan una ligera disminución en comparación con el año anterior, especialmente en el segundo curso de infantil y en primaria.

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