Alicante, territorio de microempresas

El tamaño sí importa, al menos en lo que a empresas se refiere. El 94,3% de las firmas que operan en la Comunitat son microempresas o pequeñas empresas, por tan solo un 1% de las grandes compañías. Un número que lastra la mejora de la productividad y las oportunidades de crecimiento en el territorio.

Así lo desprende el informe 'Evolución de los niveles de competitividad en las empresas de la Comunitat (2014-2021)', elaborado conjuntamente por Caixabank y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), presentado este jueves en la Valencia.

El informe analiza el tamaño empresarial como factor competitivo y traslada varias preocupaciones respecto al futuro crecimiento de la Comunitat. Tan solo el 1% de las empresas del territorio se enmarcan en el grupo de las «grandes compañías», por el 1,3% del total nacional. Una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años, según indica el estudio.

A pesar del reducido número, este conjunto aporta el 43,9% del PIB de la Comunitat. Una cifra que choca con la aportación de este conjunto al total nacional, del 57,7%, una diferencia de 14 puntos porcentuales que tiene que ver en gran medida «por su menor número en la economía del territorio», según explican en el informe.

Los investigadores han mostrado su preocupación por como está configurado el tejido del territorio y el coordinador del observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (GECE), Alejandro Escribá, ha asegurado que «la mayor presencia de microempresas y el déficit relativo de grandes empresas en la Comunitat supone una dificultad importante a la hora de afrontar una potencial mejora de la productividad«.

Y es que estas compañías titánicas generan el 41,6% del territorio, es decir, cuatro de cada diez empleos de la Comunitat correponden a las grandes empresas. «La brecha entre el territorio y España supone un hándicap en la capacidad del territorio para afrontar los retos asociados a la innovación, la internacionalización o la digitalización», explican desde el GECE.

El análisis va más allá y, si se analiza la competitividad por sectores de actividad, los resultados del informe muestran que el grueso de especialización se concentra «en sectores de baja intensidad tecnológica y de conocimiento, lo que lastra competitividad global a largo plazo», critica el estudio.

Y es que las empresas con niveles de competitividad «alto» tienen mayor presencia en ramas con escaso peso en la economía tegional. De hecho, de los 18 sectores en los que se divide la economía de la Comunitat, solo en siete los niveles están por encima de la media española, y su peso se reduce al 22% sobre el PIB del territorio.

Una de las claves que se extrae del informe es la importancia de las empresas familiares. Nueve de cada diez compañías de la Comunitat siguen este modelo de constitución, según el Instituto de Empresa Familiar. Muchas de ellas se incluyen dentro del grupo de las «altamente competitivas», concretamente un 33,6%.

El número de empresas que se enmarcan en este grupo ha crecido casi un punto desde 2014 y generan el el 67,2% del valor añadido y el 59,7% del empleo total de las empresas familiares, diferencias de más de 16 y 21 puntos porcentuales respecto a las cifras nacionales, que son peores.

Escribá explica que esta aportación tan elevada indica que existe «un pequeño grupo de empresas familiares con gran peso en la economía y, al mismo tiempo, una importante brecha entre las empresas familiares más competitivas y el resto».

Una de las principales conclusiones que presenta el estudio es la pérdida del peso de las empresas «altamente competitivas» en la economía valenciana. En 2014 estas suponían el 58,2% del PIB y el 48% del empleo en el territorio.

Según los últimos datos que maneja el GECE, los números han caído hasta el 53,8% en términos del PIB regional y hasta el 43,8% en cuanto al empleo se refiere. Escribá explica que aunque estas siguen generando «más de la mitad de la renta valenciana, su peso se ha reducido 4,4 puntos porcentuales».

Una reducción que contrasta con el aumento del peso de las empresas definidas como «competitividad media-baja en el PIB, del 21,8%. »Esto significa que el valor generado por las empresas en la Comunitat proviene cada vez más de compañías con niveles de competitividad modestos«, critica el experto.

A pesar de esta pérdida de peso, tanto en PIB como en empleo, la contribución de las empresas altamente competitivas de la Comunitat Valenciana a la generación de riqueza y trabajo es más elevada que la de sus homólogas españolas. Mientras que las compañías valencianas con este nivel de competitividad generan el 53,8% del PIB y el 43,8% del empleo regional, la media de las españolas se sitúa en el 48,1% y el 30,5%, respectivamente.

Temas

• Caixabank
• Mercadona
• Empresa familiar