Visita a la primera vivienda del yacimiento de la Illeta. DA

Los primeros habitantes de Alicante ya reformaban sus casas hace 2.300 años

Las excavaciones del Marq dan con una de las primeras viviendas de la Illeta dels Banyets, la cual sufrió remodelaciones y ampliaciones

Adrián Mazón

Alicante

Miércoles, 12 de noviembre 2025, 17:22

Ni Pinterest, ni arquitectos, ni presupuestos de obra. Los primeros habitantes de Alicante ya sabían lo que era reformar su casa hace más de 2.300 años. Así lo demuestra el último hallazgo del Museo Arqueológico de Alicante (Marq) en el yacimiento de la Illeta dels Banyets, en El Campello, donde los arqueólogos han identificado una de las primeras viviendas conocidas del enclave, datada en la primera mitad del siglo III a. C.

Publicidad

La investigación ha revelado algo sorprendente. Aquella antigua casa pasó por varias remodelaciones, incendios y ampliaciones, y sus suelos fueron repavimentados en repetidas ocasiones. Es decir, sus moradores ya tenían claro que mantener el hogar en condiciones era una prioridad, incluso sin hipotecas ni reformas integrales.

Visita a la primera vivienda del yacimiento de la Illeta. DA

Este nuevo descubrimiento forma parte del plan anual de excavaciones del Marq, dirigido por Manuel Olcina, y supone un nuevo paso para entender cómo vivían los antiguos alicantinos, qué comían, cómo se organizaban y qué importancia daban al espacio doméstico.

Entre los restos documentados, los arqueólogos han encontrado bancos de adobe, un hogar doméstico y que tuvo un largo uso continuo con varias refracciones que modificaron ligeramente su aspecto.

Además, se han hallado fragmentos de vajilla doméstica - jarra, los salseros y páteras de barniz negro y rojo púnicos- fabricada en Cartago, lo que confirma la conexión comercial del asentamiento. Eso sí, el hallazgo más asombroso ha aparecido bajo uno de los suelos de tierra apisonada. Un calzado de esparto perfectamente conservado, con más de 2.300 años de antigüedad.

Hasta ahora, la Illeta dels Banyets era conocida por sus templos, talleres, almazaras y hornos, pero no se habían hallado espacios domésticos tan claros. Este descubrimiento permite completar el retrato de un pequeño poblado costero donde la gente comía, comerciaba y reformaba su casa cuando hacía falta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad