«Benidorm es el mejor lugar donde estar todo el año»
Thomas Taylor y su esposa viajan siempre que pueden desde Reino Unido hasta la capital de la Costa Blanca, uno de los principales destinos de los turistas británicos que aterrizan cada año en Alicante
«Es el mejor lugar donde estar todo el año. Hemos llegado esta mañana. Cuando nos subimos al avión estaba lloviendo y apenas había dos grados. Cuando nos hemos bajado en Alicante, ya había sol». Thomas Taylor es un «enamorado de Benidorm desde hace muchos años». Un cliente asiduo al que el Brexit y sus restricciones no le han disuadido de seguir viniendo a la capital turística de la Costa Blanca, a la que llegó por primera vez «hace más de 30 años» y a la que ha sido fiel cada año desde entonces. «Sólo dejamos de venir por la pandemia», confirma su esposa, Olivia.
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Ambos arrastran todavía sus maletas por una de las calles más céntricas de la ciudad camino a su hotel. «Preferimos quedarnos en hotel porque nos lo dan todo hecho. Además, ahora venimos a pasar la Nochevieja y tenemos la cena y el espectáculo incluido». Ellos son sólo dos de los algo más de cinco millones de británicos que este año han pasado por la terminal del aeropuerto de Alicante, un aeródromo que han visto crecer, y mucho, desde su primer viaje a Benidorm.
Precisamente, la gran conectividad que tiene el aeródromo alicantino con Reino Unido es una de las claves por las que cada año «en verano y ahora, en Nochevieja» este matrimonio elige Benidorm como destino. «Hay muchos vuelos y, sobre todo, muy baratos gracias a las compañías de bajo coste», explica Thomas, que explica que «antes veníamos con nuestros tres hijos, pero ellos ya son mayores y hacen sus propios planes».
Bienvenida al 2024
En uno de las muchas cafeterías de la primera línea de la playa de Levante, la más concurrida de la ciudad y en la que este 31 de diciembre se espera que más de 10.000 personas den la bienvenida a 2024 en una de las más multitudinarias macrofiestas de la Costa Blanca, Bethany Davies y su marido, Ronnie, disfrutan de la primera cerveza del día.
Ellos llevan «más de una semana en la ciudad» y tienen previsto quedarse «hasta el día 3 de enero». Como la mayoría de sus compatriotas, son veteranos en eso de pasar estas fechas en Benidorm. «Nos da un poco de pena porque nos gustaría estar con nuestros nietos, pero ellos tampoco viven en la misma ciudad y no podríamos verlos si nos quedamos en casa», reconocen.
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En su caso, han optado por un apartamento turístico. «Antes teníamos un pequeño apartamento, pero después del Brexit, lo vendimos porque ya no podíamos venir tanto tiempo como queríamos», así que ahora «alquilamos algo y hacemos, más o menos, la misma vida que hacíamos antes en nuestra propia casa».
Ese cambio también ha supuesto que 'Beth' y Ronnie cambien su manera de viajar a Benidorm. «Antes, como veníamos a pasar muchos meses, veníamos en coche. Era un viaje muy largo, pero nos interesaba para tener luego libertad de movimiento aquí. Ahora, viajamos en avión. Tenemos muchos vuelos en cualquier momento del año y como somos jubilados y podemos viajar los días que queramos, siempre encontramos buenos precios», explican.
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La distancia por carretera entre Windermere, en pleno distrito de los Lagos, y Benidorm es de poco menos de 2.500 kilómetros. Eso es lo que ha conducido, «en cuatro días» Dexter Wright porque su mujer, Susan, «no conduce». Ellos han llegado a Benidorm en autocaravana y llevan desde noviembre ocupando su parcela en uno de los campings de la ciudad.
El matrimonio «nunca» ha volado a la Costa Blanca, aunque ahora ya empieza a plantearse esa posibilidad. «Ahora ya no podemos estar tantos meses seguidos y cada vez me cuesta más conducir», explica el hombre, que reconoce que «ya hemos hablado que la próxima vez vendremos en avión y a un hotel», aunque, asegura, «no será lo mismo porque nos gusta mucho nuestra manera de viajar con la autocaravana».
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