Las exigencias de Compromís dejan en punto muerto el pacto entre las izquierdas en Alicante

«Está difícil», esa es la lectura que hacen las tres formaciones de izquierdas sentadas a negociar en la mesa sobre un posible pacto entre Compromís, Podemos y Esquerra Unida en Alicante que les lleve a una papeleta única para las elecciones del 28 de mayo.

Y es que, aunque desde las tres formaciones afirman que la negociación no está cerrada y se emplazan a una nueva reunión la próxima semana, las posiciones de los partidos parecen fijadas en un punto del que parece difícil salir.

El tono fue elevado en la reunión de este miércoles de la mesa negociadora, según fuentes cercanas. Esa tarde los partidos colocaron las cartas encima de la mesa y plantearon negro sobre blanco las necesidades, exigencias y líneas rojas de cada uno de ellos a la hora de configurar una confluencia de cara a las próximas elecciones. Unas cartas que según afirman hacen muy complicado el juego.

El punto de conflicto, y que de momento ha hecho saltar la sintonía en la negociación, es la decisión de Compromís de exigir el 1 y el 2 de una posible lista. Esta propuesta permitiría a la formación mantener los equilibrios internos entre los dos partidos mayoritarios que la componen. También mantendría el acuerdo alcanzado entre Iniciativa y Més -antiguo Bloc- para aupar a Rafa Mas como candidato -de IdPV- y el paso al lado de Natxo Bellido -actual portavoz de la formación de Més- a cambio del 2 y el 3 de la lista electoral para esta última formación.

Porque aunque no lo parezca Compromís es una coalición con sus propias pulsiones internas, aunque en la negociación acudan como un interlocutor único, al contrario que Esquerra Unida y Podem que negocia cada partido por su parte y sin tener cerrado siquiera su comparecencia en conjunto para las próximas elecciones. Algo que fuentes de Compromís afirman que empaña la negociación, al invisibilizar el trabajo interno realizado por la coalición para fijar sus listas. La formación han repetido en varias ocasiones que ellos han hecho sus deberes y que el resto de fuerzas no pueden hacer valer su fuerza como coalición o como partido según les interese.

Una vez descartado el orden «lógico» -según fuentes cercanas a la negociación- de los tres primeros puestos para cada una de las formaciones, el quid de la cuestión son los siguientes números -3 y 4, los únicos de salida si se mantuvieran los votos de las elecciones de 2019- y en qué posición dejaría esto a Esquerra Unida, que ya se quedó sin concejal en las pasadas elecciones al ceder el 1 y 2 de la lista a Podem.

Un encaje de bolillos que parece imposible de llegar a buen puerto, aunque ninguna de las formaciones, de momento se han levantado de la mesa, y, al menos, Esquerra Unida y Podem mantienen que la negociación no ha terminado, el acuerdo es posible y que van a intentar hasta el último minuto llegar a un pacto.

De momento, este escenario está lejos, más lejos que nunca. Aunque durante la negociación se llegaron a resolver algunos de los puntos de conflicto, como el hecho de que los tres cabeza de cartel de las formaciones fueran hombres, algo incompatible con las listas cremallera. Tanto Podem como Esquerra Unida ya anunciaron que no tenían problema con que sus cabezas de lista cedieran el uno para alcanzar un pacto de unidad de las izquierdas.

En los próximos días, los equipos negociadores, ejecutivas de los partidos y órganos internos debatirán sobre el futuro de la negociación. Compromís reunirá la tarde de este jueves a su ejecutiva, y la mesa de negociación, si nada cambia, quedó emplazada para el próximo miércoles.

Mientras, desde las tres formaciones avisan que todavía hay juego, y que en esta negociación todavía quedan cartas como una posible intervención de las direcciones autonómicas que apriete para un pacto que favorezca al Botanic, la presión de la militancia de los partidos o de la propia sociedad civil. Soluciones para desencallar un pacto que, a día de hoy, no parece posible.

Temas

• Compromís
• Izquierda Unida (IU)
• Elecciones Municipales