Dos de los acusados declaran que el joven fue víctima del «rebote» de una bala
El teniente se suma a la versión del sargento y niega que recibiese instrucciones para alterar el escenario donde se produjo el fallecimiento de la víctima en un ejercicio de tiro
e.p | S.Almenar
Miércoles, 15 de febrero 2023, 18:10
Nueva sesión del juicio por la muerte de un legionario de 21 años por un disparo de fusil durante un ejercicio en el campo de tiro de Agost, que comenzó este martes en el Tribunal Territorial Militar Segundo, en Sevilla . El procedimiento se dirige contra ocho militares, aunque el Ministerio Público acusa únicamente a cuatro: un sargento, un capitán y dos tenientes.
Publicidad
La vista se ha iniciado con la declaración del teniente R. G., acusado por su supuesta participación en los hechos, a quién también se le atribuye la presunta «alteración del escenario» del incidente que tuvo lugar el 25 de marzo de 2019.
Este responsable del pelotón, que operaba junto al que comandaba el sargento en el sector derecho del campo de maniobra, ha afirmado que, tras «el accidente», consideraba que el soldado alcanzado por un disparo había sido víctima del «rebote» de una bala. De esta forma, corroboraba la versión dada el martes el sargento de la Brigada de la Legión Saúl A. G., a quien el Ministerio Público atribuye la autoría del disparo mortal. Por este motivo, reclama para él siete años, cinco meses y 15 días de prisión.
Y es que el brigada defendió que, en ningún momento, pensó que él pudiese ser el autor del disparo que había alcanzado al efectivo. Por el contrario, alegó que el impacto recibido por el soldado fallecido derivó de «un rebote» de una bala. «Es la única solución balística», añadió. Además, expuso que tanto el capitán A. C., acusado igualmente en esta causa, junto con el teniente R. G. y el otro teniente identificado como P.F, fueron testigos de la escena y habían llegado a la misma conclusión.
«Era la opción más probable»
Al respecto, el teniente R. G., ha remarcado que «era la opción más probable», y ha recordado que el capitán le ordenó redactar «un informe» sobre lo acontecido, pues él era responsable de «una parte del ejercicio». En este sentido, ha defendido que nunca sintió o pensó que para elaborar dicho documento tuviese que mentir o alterar los hechos para encubrir a nadie
Publicidad
En su declaración, ha negado que escuchase que el capitán hubiese instruido a los efectivos para que, ante los investigadores de la Guardia Civil, manifestasen que sus posiciones de tiro en el momento del incidente estaban «cuatro o cinco metros más abajo» respecto a los verdaderos lugares.
Sin embargo, ha asegurado que los efectivos no podían «saber exactamente en qué posición estaban». En este sentido, ha manifestado que tras la reconstrucción de los hechos realizada por las unidades, antes de que la Guardia Civil comenzase a actuar y promoviese su propia reconstrucción, los investigadores de dicho cuerpo le «hicieron ver que con eso» se «había afectado» a las pesquisas.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión