Ramón y Cajal: un Nobel en Alicante
El científico español escribió uno de los capítulos de su libro 'La retina de los vertebrados' desde el hotel Vitoria de la ciudad
«Constituye Alicante un destino de primer orden sin posible comparación con otras ciudades de las costas mediterráneas», escribía Ramón y Cajal en una de sus visitas al hotel Vitoria de Alicante -lo que más tarde fue el hotel Palace-.
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Este médico español y uno de los investigadores de más renombre era habitual en las tierras alicantinas, a las que se refería así: «El clima de Alicante es verdaderamente ideal». Pero no solo eso, el nobel escribió uno de sus artículos desde una de las habitaciones que miraban al puerto de Alicante, 'Los problemas histofisiológicos de la retina'.
Este texto fue incorporado a una de las obras más importantes de Ramón y Cajal, 'La retina de los vertebrados', que sentó las bases para el estudio de este órgano en todos los animales, el funcionamiento del cerebro y que a día de hoy, más de 130 años después de su publicación, sigue siendo citado en estudios e investigaciones.
Y es que Ramón y Cajal no fue solo un investigador, sino también un visionario, un artista y un adelantado a su tiempo que pintó en sus bocetos con tinta los secretos de las neuronas y la retina, mucho antes de que los microscopios fueran como los de ahora. «En sus láminas no solo explica las partes sino también infiere cómo viaja la información, y luego muchos años después resultó que es verdad», explica el catedrático de Biología Celular de la Universidad de Alicante Nicolás Cuenca.
Este investigador, junto con su equipo, ha recuperado la memoria de Ramón y Cajal en el 130 aniversario de la publicación de su libro sobre la retina. En 2022 presentaron una exposición en la Sede Ciudad de Alicante de la UA en la que se podían ver algunas preparaciones originales e instrumentos que utilizó a finales del siglo XIX el Nobel español.
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Pero no se han quedado ahí, también han traducido al español 'La retina de los vertebrados', que 130 años después de su publicación, en 1892, estaba en francés, alemán e inglés, pero no en la lengua materna del autor. «Ramón y Cajal escribía en francés, pero tanto tiempo después uno de los artículos más citados del investigador, que establece las base de la neurohistologia de la retina, la oftalmología y la neurociencia de los vertebrados no lo podíamos leer en castellano», explica este experto.
Una tarea que requiere saber francés pero también tener conocimientos profundos sobre la retina y el ojo, el campo de investigación del equipo de la Universidad de Alicante que lidera Cuenca.
Ramón y Cajal tenía amor sobre la retina, fue a partir de esta parte del ojo desde la que creó la teoría neuronal por la que fue galardonado con el Nobel. «Es la estructura que más disfrutaba estudiando», insiste Cuenca. Un amor que le llevó a conocer los secretos más profundos de esta formación mucho antes de que los microscopios digitales permitieran observarlos.
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