Denuncian una plaga de chinches en el hospital Marina Baixa

UGT ha denunciado una plaga de chinches en el paritorio del Hospital Marina Baixa y ha criticado que pese a confirmarse el jueves tras días de picaduras a trabajadores, no se fumigó hasta el sábado. Por su parte, desde la Conselleria de Sanidad han recalcado que se tomaron «medidas de inmediato» y que la presencia de chinches se detectaron en la sala de estar y vestuarios de personal, pero que «en ningún momento afectó a los paritorios ni a la actividad asistencial».

Así el sindicato, en un comunicado, ha señalado que «los primeros indicios aparecieron el lunes 14 de julio, cuando algunos profesionales comenzaron a presentar picaduras en las piernas durante su jornada laboral» y que «la situación se agravó en los días posteriores, y el martes 22 ya eran varios los trabajadores afectados, sin que en ese momento se conociera el origen de las lesiones».

Sin embargo, en la noche del jueves «se detectó claramente la presencia de chinches en distintas zonas del paritorio; aunque »la confirmación oficial no llegó hasta el viernes, y debido a las fiestas locales de La Vila Joiosa, entre otros, la fumigación no se llevó a cabo hasta el sábado«.

Además, el sindicato asegura que esta intervención fue, además parcial, ya que se limitó a una salita y a los vestuarios del personal, mientras que el resto del servicio continuó en funcionamiento con normalidad«. »Durante este tiempo, se ordenó restringir el acceso de acompañantes a las salas, impidiendo que las pacientes ingresaran con pertenencias personales, y se solicitó que las dietas se sirvieran en formato desechable«, según UGT.

Asmismo, asegura que los profesionales «quedaron sin sala de estar ni taburetes en el control, ya que estos elementos habían sido retirados o fumigados». «La situación, lejos de solucionarse, ha generado un riesgo sanitario evidente, ya que se está poniendo en peligro la salud de pacientes, recién nacidos y personal sanitario», ha apuntado.

De hecho, el sindicato afirma que «durante el fin de semana los trabajadores y trabajadoras se vieron obligados a utilizar mascarillas FFP2 para poder continuar trabajando, debido al intenso olor a productos químicos que persistía tras la fumigación». «Desde el personal afectado se considera que estas medidas son claramente insuficientes y de carácter provisional, ya que no se ha determinado con certeza el foco de la infestación, ni se ha realizado una limpieza profunda posterior», asegura el sindicato, que señala que esta última intervención «estaba prevista para el pasado martes por al tarde, casi tres semanas después de los primeros síntomas».

«La falta de respuesta ágil, la escasa información oficial y la ausencia de medidas contundentes han generado inquietud y malestar entre los trabajadores y trabajadoras, que se han visto expuestos a una situación sanitaria delicada sin las garantías mínimas de seguridad e higiene que requiere un servicio tan sensible como el paritorio», ha apostillado.

Sin embargo, desde Sanidad se señala que desde que hace unos días «se detectó la presencia de chinches en la sala de estar y vestuarios de personal de la zona de paritorios, se tomaron las medidas oportunas de inmediato». Así, «se fumigó la zona afectada e incluso la sala de espera por precaución, a pesar de no detectarse chinches en esa zona» y recalca que «en ningún momento afectó a los paritorios ni a la actividad asistencial en los mismos».

En ese sentido, explica que las áreas afectadas estuvieron cerradas por «indicaciones de la empresa especializada en desinsectación y que en las próximas horas podrán utilizarse con normalidad» y recalca que las medidas preventivas de desinfección y fumigación son «periódicas y ordinarias en el Hospital Marina Baixa, como en el resto de hospitales».

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