«Les Fogueres me cambiaron la vida para siempre»
Josep Amand Tomàs, presidente de Sèneca-Autobusos, celebra su medio siglo de vida como foguerer, un tiempo en que ha convertido su pasión en un legado familiar y en un reto personal por dignificar las fiestas oficiales de Alicante
Tenía solo 18 años cuando la pasión por les Fogueres de Sant Joan lo empujó a cruzar el umbral de la Fiesta. «Era un enamorado desde fuera», recuerda Josep Amand Tomàs. Ese primer paso lo dio en la foguera Sèneca-Autobusos, y fue, según reconoce sin titubeos, el inicio de una vida marcada por la pólvora, el arte efímero y una entrega total al mundo foguerer.
«He sido muy feliz. Estar en la foguera cambió mi vida para siempre». Son ya 50 años los que lleva integrado en el mundo de les Fogueres. Echa la vista atrás y confiesa que el ambiente de aquellos primeros años en los que lució el título de foguerer era muy distinto al actual.



En su caso, recuerda que la foguera Sèneca-Autobusos era más pequeña y el protocolo general de les Fogueres, mucho más ligero. «Intentábamos abarcar todas las facetas de la Fiesta», señala. Pero incluso entonces, su mirada iba más allá de lo que se hacía por costumbre.
Josep Amand Tomàs es pionero en defender aspectos como la foguera, 'l'ús del valencià', la recuperación de la indumentaria tradicional y la inclusión de más contenido cultural en el ámbito de les Fogueres de Sant Joan. «Esas han sido mis batallas para que la Fiesta mejorara y recuperara las tradiciones».

Aquel amor por la Fiesta no fue el único que floreció en sus primeras décadas como foguerer. Su etapa en la foguera Port d'Alacant -de la que fue fundador- la recuerda como «la más feliz de mi vida». Allí conoció a Rosa Lloret, su mujer. De esta unión nació Paula, y años después, de vuelta en Sèneca-Autobusos, su nieto Nicolás, quien ya vive les Fogueres de Sant Joan como tercera generación.
Un legado a compartir
Durante todos estos años, Josep Amand Tomàs hace balance de su legado en la Fiesta, de la que ha intentado transmitir su espíritu centrado en la defensa de las tradiciones. les «Fogueres no solo están para divertirse, son una responsabilidad de los alicantinos para recuperar las tradiciones y plantar grandes fogueres».

Esto lo ha compartido tanto en el racó como en su propia casa. «Se lo he intentado inculcar a mi hija, creo que lo hemos conseguido, y ahora a Nicolás», a quien ya le gusta tocar el tabalet, vestirse con el zaragüell y admirar de nuevo las fotografías y bocetos de sus fogueres. «Es señal de que las vive con intensidad y creo que se enamorará de la Fiesta».
Volcado con les Fogueres
Con apenas 24 años, Josep Amand Tomàs dio otro paso importante en su trayectoria festera al tomar la presidencia de su foguera. Durante seis años, por aquel entonces, lideró Sèneca-Autobusos y dejó una huella imborrable. «Conseguimos que todos vistieran el zaragüell, recuperamos el traje de labradora, cuidamos el llibret y la llengua, e hicimos presentaciones en actos culturales».

Medio siglo después, tiene claro cuál es la mayor responsabilidad de un foguerer. «Es mantener las tradiciones, plantar una buena foguera y cuidar cada detalle para proyectar una imagen impecable de nuestra Fiesta». Porque, como defiende, les Fogueres no solo se viven, sino que se muestran, se explican y se defienden con orgullo.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.