Cristina Server Valera: «El olor a pólvora y el calor del fuego en la cara es algo que no se puede describir»

Cristina Server Valera lleva un cuarto de siglo, es decir toda su vida, en las Hogueras de Alicante. Es en su distrito Altozano Sur donde ha crecido «rodeada de gente que te quiere» y, también, con «una forma de sentir Alicante cerca». Todo esto, en relación con las fiestas oficiales de Alicante, le hacen «sentirme orgullosa de mi ciudad».

Esta alicantina ha representado a su foguera como bellea 2024. Tras cerrar el ejercicio, ha pasado a ser candidata a bellea del foc de Alicante 2025, un cargo que suma a otros ya vividos como dama d'honor infantil, bellea infantil y dama adulta.

En caso de solo poder elegir un acto festero, Cristina Server Valera apostaría por la cremà, pues «es una noche llena de emociones en la que vemos cómo algo termina y, a la vez, sabemos que no es así, porque otro ciclo festero empieza».

Si tuviera que explicar les Fogueres de Sant Joan a otra persona, lo haría a través de los sentidos, mediante «el olor a pólvora o el calorcito del fuego en la cara». Sin embargo, esta es una experiencia que se ha de vivir en primera persona, porque «es algo que no se puede describir».

Llevar toda su vida en las Hogueras de Alicante hace que los recuerdos se acumulen, pero se atreve a confesar una anécdota que lleva consigo desde bien pequeña, desde su despedida como bellea infantil. Tras vestirse en casa su madre «veía que me faltaba algo, pero no caíamos en lo que era». Fue al llegar al lugar de la proclamación de su sucesora donde se dieron cuenta: «¡No me había puesto el azahar!».

Su padre volvió a su casa a recoger este aderezo. Sin embargo, los nervios se hicieron notar porque «pensábamos que no llegaría a tiempo». Su madre «empezó a quitarle el azahar a una amiga que había venido a verme», pero en el último gancho llegó su padre con el suyo. «Al final todo se solucionó y se quedó en 20 minutos de nervio puro».

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