Alumnos en el aulario II de la universidad de Alicante durante la PAU (pruebas de acceso a la universidad) Miriam GIl

Universitarios y alquiler, una relación más que compleja

Los caseros y los compañeros de piso son los elementos que más influyen en la elección de la vivienda

Ángel G. Jiménez

Alicante

Sábado, 3 de agosto 2024, 13:25

Después de sobrevivir a la selectividad, buscar piso o residencia es uno de los desafíos más comunes entre los universitarios. Tanto en la Universidad de Elche (UMH) como en la de Alicante (UA) la experiencia puede variar enormemente según diversos factores. Los caseros y los compañeros de piso son, sin duda, los elementos que más influyen en la calidad de vida durante el curso académico.

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«En mi caso, he notado que en algunos momentos, al vernos más jóvenes, nos infantilizan un poco», confiesa Lia, estudiante de Bioquímica. Además, advierte que en algunos casos «te dejan lo mínimo en la casa, simplemente por ser estudiante», señalando la falta de mobiliario tanto en las zonas comunes como en la propia habitación del inquilino, donde en algunos casos no hay ni televisión.

Otro tema que se pone de manifiesto es la devolución de la fianza, llegando incluso a convertirse en una verdadera negociación con el casero. Las excusas para no dar la señal del contrato pierden fuerza cuando es «una simple mancha en la pared o una pata de una silla que ya cojeaba antes de que llegara yo» declara Lola, estudiante de Comunicación Audiovisual. Estas situaciones generan una sensación de impotencia y frustración entre los estudiantes.

Alumnos en el aulario II de la universidad de Alicante durante la PAU (pruebas de acceso a la universidad) MIRIAM GIL ALBERT

El precio de una habitación suele oscilar entre los 430 a 200 euros. Dependiendo de si tienes o no ascensor, cuántas habitaciones tiene ese piso o si se añade los gastos de luz, agua e internet. Sin embargo, el elemento principal suele ser la ubicación, sobre todo si se desea estar cerca de la universidad o cerca de la zona de ocio del centro.

Isabel, estudiante de la UMH, incide en la dificultad de encontrar piso cuando aún no sabes a qué universidad vas. «Me enteré en septiembre y tuve que buscar algo rápido«, revela la joven, quien asegura que »Además, tuve que coger lo poco que había, que siempre suele ser más caro de lo normal, pero al menos fue un acierto estar en una residencia«.

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Universidad y redes sociales como herramienta

La universidad de Elche tiene un portal donde poder ver diferentes ofertas. Eso sí, siendo todas habitaciones de residencias, individuales o compartidas, entre 330 y 520 euros, como informan desde Elig Hall, donde tienen varias residencias «dependiendo si se quiere estar más cerca de la universidad o del centro». Por otro lado, la UA cuenta con una bolsa de alojamiento, donde se puede elegir por lista qué ofertas hay en cada barrio de Alicante o de San Vicente del Raspeig.

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Algo parecido les sucedió a Belén y Juanma cuando se conocieron a través de Twitter cuando ella publicó que buscaba compañero de piso en Elche. «Estuve buscando en varios sitios y fue por el Programa Nido de la UMH donde encontré el piso. Luego conocí a Juanma, fuimos a ver el piso y el casero no nos dio mucho margen para pensarlo, así que nos lanzamos». Estuvieron dos años pagando entre 220 y 245 euros más gastos, pero en el tercero decidieron irse a una residencia en Altabix, por 50 euros más, donde les incluyen la limpieza en las zonas comunes.

«En mi caso, desde el principio he estado en una residencia que está a 20 minutos de mi facultad en coche», comparte Esteban, estudiante de Periodismo. «Una residencia tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado somos más, por lo que la probabilidad de que te toque alguien que haga la convivencia más difícil aumenta, pero de momento no he tenido problemas».

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En cuanto a los pisos, puede que uno se encuentre con que la cocina sea la única zona común, ya que el salón se ha convertido en otra habitación. Es esta reconfiguración de los espacios responde a la necesidad de maximizar el número de inquilinos lo que puede afectar la calidad de vida y la convivencia.

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