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Ocean Race | Comida deshidratada, dormir cuatro horas diarias y seis meses navegando

Comida deshidratada, dormir cuatro horas diarias y seis meses navegando

Así es la vida de los regatistas de la Ocean Race a bordo de los IMOCA, barcos pensados para un navegante que en esta edición contarán con una tripulación de cinco

Sábado, 14 de enero 2023, 07:08

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Seis meses navegando por el globo con poca ropa pero mucha preparación. El cansancio afecta a los cuerpos de los regatistas, que a pesar de tener tres comidas al día, duermen tan solo cuatro horas diarias y en grupos de dos, pues el espacio y la dureza de la competición no permite despistes.

Estos son algunos de los retos a los que hacen frente los regatistas de la Ocean Race, que navegarán a bordo de los IMOCA durante casi medio año. «Cuando estás navegando en el mar los efectos son muy duros para el cuerpo», explica el regatista británico Will Harris. Y es que los regatistas queman de 400 a 500 calorías diarias.

Harris es el segundo a bordo del Team Malizia, uno de los IMOCA que compite bajo la bandera alemana. «No duermes mucho, y tampoco comes del todo bien», asegura el de Reino Unido. Dos regatistas dormirán a la vez en el interior de un barco con muy poco espacio. Lo harán en finos colchones colocados en el suelo a ambos lados del «camarote», o, mejor dicho, sala de control.

Mientras unos descansan otros harán guardia, y así se irán cubriendo durante la noche. «Dos regatistas irán dentro, mientras que otros dos estarán fuera y el reportero se podrá mover con libertad, explica la 'team manager' del equipo francés Biotherm Marine Legendre.

Marine es la encargada de que el equipo funcione perfectamente, pero lo hace desde tierra. «Nos encargamos de que todo esté preparado», explica la gerente del equipo, que ha abandonado la vela al menos por esta edición. «Uno de los mayores retos es el tema de la comida; hay etapas en las que no se pueden renovar provisiones, por lo que planear todo lo necesario es un gran trabajo», explica la regatista francesa.

Arriba el interior del barco IMOCA de Biotherm, abajo el campamento base de este equipo y a la derecha una de las trabajadoras pinta el exterior del barco
Arriba el interior del barco IMOCA de Biotherm, abajo el campamento base de este equipo y a la derecha una de las trabajadoras pinta el exterior del barco T.A

Comida deshidratada. De eso es de lo que se alimentan los regatistas que compiten en la Ocean Race. Para que el barco alcance la mayor velocidad posible importa mucho el peso, es por eso por lo que se eligen estos alimentos, por ser livianos. «Son tres platos al día por persona», subraya Marine sobre el menú, además de indicar que son las primeras dos etapas las más complicadas, ya que en Cabo Verde «no se parará».

Para el Team Malizia este ha sido un trabajo arduo también. «Hemos tenido que preparar mucha comida para poder comer decente durante la regata», explica el regatista británico Will Harris, quien asegura que el equipo ha hecho un «gran trabajo».

La dura tarea de convivir

La otra gran complicación viene de la mano de los IMOCA. Estos barcos, diseñados para usarse por una sola persona, contarán con cinco tripulantes a bordo por primera vez en toda la historia de la competición. Con un espacio reducido y tiempos de la regata muy largos, esto puede ser un problema.

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«Es un gran reto navegar más de un mes con cinco personas», asegura el patrón del equipo Biotherm Paul Meilhat. El regatista galo tiene claro que esa es «la parte que más miedo les da de la Ocean Race», junto con «la duración de la tercera etapa», que se extenderá más de un mes.

Para el patrón del equipo suizo Holcim-PRB Kevin Escoffier, el espacio también será uno de los mayores retos a los que se tendrá que hacer frente. «Estar cinco personas a bordo de un barco diseñado para tan solo una persona y con el poco espacio que hay dentro complica la vida en el barco», asegura el skipper.

En la izquierda el IMOCA del Team Malizia amarrado, arriba el equipo lo repara fuera del agua las semanas previas a la Ocean Race, abajo uno de los integrantes del equipo ajusta la vela
En la izquierda el IMOCA del Team Malizia amarrado, arriba el equipo lo repara fuera del agua las semanas previas a la Ocean Race, abajo uno de los integrantes del equipo ajusta la vela Miriam Gil

El galo tiene claro que «estar navegando un mes en esas condiciones y con un barco de las dimensiones como el nuestro va a ser todo un reto». Un reto que serán los primeros en afrontar durante una etapa sin precedentes.

Para Harris la química jugará un papel importantísimo en el avance de la regata, especialmente de cara a esta larga travesía. «Necesitamos estar juntos como equipo, pues vamos a pasar 40 días viviendo juntos», afirma el británico, quien concluye que «es necesario llevarse bien».

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Y tanto que será importante. Todos los patrones coinciden en la importancia de la tripulación en este reto mayúsculo. Algunos de ellos, como Paul Meilhat, están acostumbrados a navegar solo y para el «ser skipper y tomar responsabilidad es un reto», asegura el regatista galo.

Las primeras dos etapas les pondrán a prueba, mientras que la tercera llevará hasta el límite a más de uno. Con lo puesto y poco más se embarcarán cinco navegantes en cada barco, un total de 15 valientes que darán la vuelta al mundo comiendo poco, durmiendo menos pero, navegando mucho.

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