Secciones
Servicios
Destacamos
Laura Gil ha crecido rodeada de pinceles. De madre artista, ha pasado su infancia pintando y dibujando sin darse cuenta de que el arte es su gran pasión. Fue al acceder a la Universidad de Alicante -donde estudió el grado en Maestro de Educación Infantil- cuando conoció a su profesor de Literatura, quien le inspiró en su innata vocación.
Era en sus clases donde analizaba -con mirada profesional y, ante todo, con ojos de docente- cuentos infantiles. Esos que de niña, junto a su madre, coloreó y escuchó. Es ahí donde surge el detonante de su historia. Tras meterse de lleno en las páginas y párrafos, bien conocidos y recordados, se apresuró a tomar papel y lápiz para recrearlos a través de su mano.
Así es como empezó a crear un pequeño archivo personal, el cual de manera autodidacta comenzó a digitalizar. «Dibujaba sin ningún propósito», reconoce Laura Gil, hasta que decidió unificar sus creaciones y enviarlas a diferentes editoriales. Al principio, «no me contestaba nadie». Sin embargo, al cabo de dos años recibió un correo electrónico que, con sorpresa e ilusión, cambio su vida.
«Me dijeron (desde una editorial) que un autor estaba seleccionando varios ilustradores», y ella estaba en sus opciones. Fue al ver sus creaciones, cuando el escritor no dudó en mantener contacto directo con Gil y le envió un mensaje por Instagram. Tras cruzar palabras, ambos se dieron cuenta de que la educación era su pasión compartida, un ingrediente esencial para cocinar una historieta a cuatro manos.
De este modo, compartiendo opinión docente, llegaron las presentaciones. Laura Gil, maestra y opositoria; Alberto Padilla, o como bien le conocen 'el maestro Alberto'. Ella de Alicante, él de Jaén y finalista como Mejor Docente de España en los Premios Educa 2022. Ambos unidos por la magia y la creatividad de las letras y la ilustración, dos talentos que han sabido fusionar en su primer proyecto conjunto 'Mamá exploradora'.
La narrativa de Padilla presenta la historia de Times, un apasionado de los dinosaurios que recibe la gran noticia de que su madre cumple el sueño de ser exploradora. Sin embargo, tiene un problema: un dinosaurio cancerígeno ha invadido su cuerpo y tendrán que convivir juntos toda la vida. Esta es la trama de una historia que va más allá de sus palabras, pues nace para ayudar a un niño y su familia a afrontar un cáncer.
Para recorrer el camino, el arte de Gil será el encargado de guiar a los lectores, pequeños y mayores. Este es su debut, en el que ha puesto todo su corazón y estilo -aún por etiquetar- para dar forma a los personajes que componen el cuento infantil. «Estoy muy emocionada», afirma mientras ojea las páginas ya impresas del libro que permanece en las librerías.
Y, por si fuera poco, otro proyecto ha tocado a su puerta. Su preparador de oposición escribe poemas, oportunidad que aprovechó para contarle que ella dibuja. «Conoce a un editor de una editorial pequeñita y me propuso ilustrar sus poesías», un nuevo reto al que Laura Gil ha sabido enfrentarse y salir airosa.
Lo hace mediante su iPad, herramienta que emplea para elaborar sus ilustraciones y creaciones, además de descubrir nuevas técnicas de pintura digital. «Aún no he encontrado mi estilo», confiesa, aunque en ambos libros ha empleado las mismas formas, las cuales intenta que «sean naturales». Para ello, emplea el lápiz de color, las acuarelas y el collage, tres procedimientos plasmados en su lienzo virtual que han sabido otorgarle su gran recompensa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.