El padre Oltra: el guardián del legado del Pare Pere en Dénia
La ermita de la Santíssima Sang, en el Montgó, cumple sus bodas de oro con miles de personas que acuden cada año al lugar de oración que eligió fray Pedro Esteve hace cuatro siglos
Concha Pastor
Dénia
Lunes, 17 de noviembre 2025, 02:37
Si existe un lugar de peregrinación en el Montgó, uno de los parajes más conocidos de la Comunitat Valenciana, es la caseta de Pare Pere y la ermita construida hace 50 años en honor a este fraile franciscano de Dénia cuyo proceso de canonización está abierto en la Santa Sede, en Roma.
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De esto sabe, y mucho, el padre Enrique Oltra, que desde hace más de cuatro décadas se ha convertido en el guardián de lo que fue el «cobijo de oración» de fray Pedro Esteve, allá por el año 1638, ni más ni menos que hace más de cuatro siglos.
Ese peñasco y refugio moro en el que el Pare Pere encontró el lugar para la oración, se transformó con los años en la conocida caseta que lleva su nombre, situada justo al lado de la ermita en honor a la Santíssima Sang o del Pare Pere. Un santuario construido en 1975 por un grupo de ciudadanos dianenses como Patricio Mut, Germán González, Antonio Ferrer y José Pallarés, que solo abría una vez al año: el 28 de junio, la festividad del Pare Pere.
Fue en 1983 cuando, el padre Oltra abrió al culto los fines de semana el oratorio. Un año después, y ya como vicepostulador de la causa de beatificación del fraile dianense, el franciscano dejó atrás su vida en Valencia para atender el pequeño templo.
Desde entonces se ha convertido en un lugar de peregrinación obligado para gente procedente de todo el mundo que cada año viaja hasta Dénia para pasar sus vacaciones o instalarse a vivir en esta ciudad milenaria y acogedora.
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El religioso fichado por el Papa Franscisco como profesor de Teología en Argentina lleva más de 40 años dedicado al mantenimiento y cuidado del santuario y ha visto pasar a miles de feligreses por este lugar de descanso y oración. De hecho, antes de la pandemia, unas 300 personas de todas las nacionalidades acudían a la misas que oficia cada sábado y domingo del año. Hoy en día ha disminuido un poco la gente que se desplaza hasta el Montgó para asistir a los oficios religiosos y visitar el calvario, pero todos los días se acercan feligreses y curisosos a contemplar lo que es un homenaje al venerado Pare Pere.
Y es que, además de la capilla, con 55 murales en azulejos que ilustran paso a paso la vida del Pare Pere, el lugar alberga el Vía crucis, impulsado por el franciscano con un único objetivo que «los dianenses pudieran durante todo el año y, en especial, en Cuaresma y Semana Santa, rememorar el gesto devoto del Pare Pere». Es un jardin sencillo y humilde, pero «en un rincón muy bello.»
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Así, la obra de dignificación realizada a lo largo de estos años por el padre Oltra en el lugar elegido por Fray Pedro Esteve para orar, se vio recompensada con el nombramiento de Hijo de Adoptivo de Dénia. Un reconocimiento del pueblo hacia la labor de este franciscano que cuenta con el respeto y cariño de los feligreses que piden cada semana por la continuación en este templo del viceconsulador de la causa del beatificación del Pare Pere.
De hecho, los amantes de este recóndito lugar de Alicante comentan que si algún día se retira o le obligan a retirarse y marcharse de la capilla, el edificio quedaría «totalmente vacío y a expensas de los okupas. Pues ya sabemos como está la calle y la legislación, que es muy permisiva. No podemos ni vamos a permitirlo».
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