Detenido en Benidorm un fugitivo ruso acusado de estafa en su país

Benidorm, como muchos de los grandes destinos turísticos de la costa mediterránea española, se convierte cada año (al menos, eso piensan ellos) en un lugar ideal para que delincuentes internacionales busquen refugio y pasar desapercibidos del radar de los cuerpos policiales que persiguen su arresto.

Sin embargo, la coordinación policial internacional y el buen hacer de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) consiguen evitar que la capital turística de la Comunitat Valenciana se convierta en un refugio de criminales y como claro ejemplo de ello se ha producido la detención de un varón de nacionalidad rusa por constarle en vigor una Orden Internacional de Detención para extradición (OID) dictada por las autoridades de su país por un delito de estafa.

La detención de este fugitivo se produjo por agentes del Grupo III de la Policía Judicial de Benidorm cuando acudió a esa Comisaría a tramitar una solicitud de asilo. Cuando los agentes consultaron las bases de datos de la Policía Nacional, comprobaron que sobre esta persona pesaba una Orden Internacional de Detención para Extradición por un delito de estafa cometido en Rusia.

Los hechos que se le imputan fueron cometidos entre los años 2015 y 2017, cuando era el director general de una empresa rusa que, por mala gestión, sufrió pérdidas millonarias por la compra de unos artículos que por incompatibilidad técnica fueron desechados.

El arrestado, que se encontraba huido de la justicia de su país, era buscado por las autoridades rusas por un delito de fraude a gran escala, enfrentándose a una pena máxima de diez años de prisión.

El detenido, de nacionalidad rusa y 59 años de edad, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción Tres de la Audiencia Nacional, órgano encargado de realizar los trámites para su posterior extradición.

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