El campo alicantino arremete contra el plan del Gobierno para prevenir inundaciones
Asaja critica la hoja de ruta basada en habilitar corredores verdes en Dolores y alerta de que «condena» no solo las explotaciones agrarias de la zona, sino a todo el municipio
En caso de DANA, la Vega Baja estaría totalmente desprotegida y una de sus localidades, Dolores, sería la más afectada. Así lo asegura la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante, que critica el plan del Gobierno para prevenir inundaciones, que pondría en peligro los cultivos de la zona ante la caída de trombas de agua.
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Los planes para la construcción de infraestructuras que luchen contra estos fenómenos, impulsadas por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), pasan por la creación de corredores verdes, que son cauces extraordinarios que siguen el trazado de los azarbes a lo largo de zonas de sacrificio.
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Un plan que dejaría a los agricultores de Dolores en una situación de «absoluta vulnerabilidad y desprotección». Según Asaja, esta localidad se encuentra en una situación de riesgo cuando se desborda el río de las acequias y azarbes, por lo que la propuesta del CHS esablece que el suelo dolorense pase a ser «la alternativa al desagüe del Segura» cuando se produzcan inundaciones.
«Optar por la construcción de corredores verdes sin prever las consecuencias que estos tendrían para las explotaciones agrarias del municipio no solo compromete a los agricultores, sino a la propia subsistencia de la localidad», ha manifestado el presidente de la asociación de agricultura, José Vicente Andreu, quien ha asegurado que «el plan del ministerio es un claro ejemplo de gestión ineficaz«.
El plan del CHS de los corredores verdes pone en peligro a Dolores
Asaja ha criticado que se «condene a un pueblo solo por intentar buscar el bien común», algo que, a su juicio, pone de manifiesto «el fracaso de la Adminstración», que no tiene «otras alternativas que velen por la seguridad y bienestar de todos los ciudadanos de la comarca».
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El único camino posible
Desde la asociación se defiende que la mejor de las soluciones es la mejoría de la capacidad hidráulica de la desembocadura del río Segura y el dragado de su tramo viejo. Una zona donde el lodo y las cañas impiden el paso fluido del agua a través de los azarbes que van a parar a la comarca.
Evitar una tromba de agua
La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), también ha añadido que, para evitar que el caudal llegue de golpe a toda la Vega Baja, habría que laminar el agua en la parte alta de la rambla de Abanilla, como medida complementaria a la mejora de la desembocadura del río Segura.
Andreu ha recordado que el río está más alto que la propia Vega y que la red de acequias y azarbes «permite regar, drenar y volver a reutilizar el agua», además de remarcar que fueron construidas con «una precisión milimétrica» para que el agua «a una velocidad lentísima, pero constante, pueda ir saliendo».
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«Está claro que los dirigentes de la CHS desconocen la historia del autor del proyecto de recuperación de los terrenos de la Vega Baja»
En este sentido, el dirigente ha criticado a las administraciones por no ser capaces de, en una estructura construida hace más de 300 años, «realizar unas obras eficientes que puedan aportar certidumbre en caso de inundación».
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