La Santa Faz, la reliquia convertida en azulejo que quiere ser BIC

Más de tres décadas son las que la empresa alicantina Gibeller lleva repartiendo el azulejo de la Santa Faz. Es en cada romería cuando sus trabajadores, familiares, colaboradores y amigos, de forma totalmente voluntaria, acuden a su sede en la rotonda de la pedanía para hacer entrega y regalar la cerámica ornamentada con una ilustración del Santo Lienzo.

Esta iniciativa partió de la devoción de Luis Torregrosa, impulsor de Gibeller. Su nombre lo reproduce con orgullo Mayte Torregrosa, su hija, al frente de la dirección de Comunicación de esta empresa centenaria que continúa apostando por la tradición y los emblemas de su ciudad. «La raíz de todo esto es el bien social por el peregrino».

Con el reparto de este azulejo, desde Gibeller apuestan por mantener la tradición. «No queremos perder nuestra esencia», la de ser referencia para los alicantinos a través de esta iniciativa totalmente altruista, tanto para el fabricante, como para los distribuidores y, en primera instancia, para el propio artista. «Todo por devoción y por pasión», señala Torregrosa.

Todos estos ingredientes han convertido a Gibeller en una de las fuentes primarias que forman parte de la investigación que desarrolla la Generalitat para convertir la romería de la Santa Faz de Alicante en Bien de Interés Cultural (BIC). Desde la Conselleria de Cultura -encargada de la labor- se han puesto en contacto para realizar las oportunas entrevistas e invitar a la empresa centenaria a entrar a formar parte de los grupos de trabajo y de la documentación.

Durante estos días previos a la peregrina, el ente autonómico se ha dejado ver en distintos espacios de la pedanía. Fue el caso de este lunes, cuando el president Carlos Mazón ha acudido a la prueba del camarín y desvelado la presencia de dos responsables de la comisión, quienes después entrevistaron al bailarín Pepe Espadero en un bar cercano.

El azulejo que repartirá Gibeller, de forma gratuita y con 15.000 unidades, reproduce una ilustración de Carolina Díaz de Argandoña Araujo. Su diseño ha sido elegido por un jurado experto -cuyos integrantes también acudirán al reparto-. La emoción de protagonizar, a través de su arte, es la mayor recompensa, como ha sucedido en todos y cada uno de los artistas presentados a este concurso anual.

Desde la empresa de cerámica también hacen partícipe a la artista durante el mismo día de la romería. La invitan a participar en la entrega de azulejos para que se impregne en primera persona del fervor y la devoción que sienten los alicantinos para con la Santa Faz.

También para ver cómo un total de 15.000 personas se portan su obra de arte a casa, con el fin de darle múltiples usos. Esta es la magia del azulejo de la Santa Faz de Gibeller, que en cada hogar y negocio cumple una función. Incluso los propios interioristas de la empresa centenaria los incluyen en sus diseños, sorprendiendo tanto al resto de compañeros como de clientes.

Las Hogueras de Alicante también han sorprendido a Mayte Torregrosa, al ver cómo toda la colección de azulejos de la Santa Faz de Gibeller ha servido para crear la portalada de una barraca y la decoración de una foguera. «Los escanearon todos», remarca para matizar el carácter efímero de las fiestas oficiales de la ciudad.

También destaca el Santa Bar, el gastrobar de Dani Frías en la pedanía donde sirven el pan con aceite sobre estos azulejos; el Náutico de El Campello, donde los utilizan también como vajilla durante su semana gastronómica; también la vermutería El Sorbo, donde forman parte de la decoración, igual que sucede en las fachadas de las casas de la isla de Tabarca -junto a míticos restaurantes como Gloria- o en la propia Santa Faz. Eso sí, por no hablar de los centenares de barbacoas y mesas de hogares que cuentan con estas cerámicas.

Gibeller regalará los azulejos de la Santa Faz este jueves 1 de mayo, con motivo de la preregrina. Los voluntarios de la empresa centenaria -formados por sus trabajadores, familiares, amigos y colaboradores, además de miembros del jurado y la artista- iniciarán el reparto a eso de las 9 horas.

En las jornadas previas, los equipos voluntarios de Gibeller desplazarán hasta su entrada los seis palés que aguardan los 15.000 azulejos, además de colocar varias carpas para mantener la sombra y una gran mesa en la que depositar las cerámicas. Todos ellos tienen la responsabilidad de custodiar esta tradición que también se incluirá dentro de la proclamación de la Santa Faz como Bien de Interés Cultural, siguiendo los pasos y continuando con el sentimiento de Luis Torregrosa.

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