La nueva Gran Canaria, un rincón de la provincia en el corazón de Alicante
Paco Candela ha recuperado el nombre del que fuera el ultramarinos de su abuelo y lo ha reconvertido en una tienda que vende exclusivamente productos de «la terreta»
«La Gran Canaria era una tienda de la que todo alicantino se acuerda, al menos los que tenemos más de 45 años hemos ido a comprar. Todavía me aparecen por aquí antiguos empleados, ya muy mayores, que me dicen que estuvieron trabajando con el abuelo». Así de emblemáticos fueron estos ultramarinos que llegaron a tener hasta seis tiendas repartidas por toda la capital.
Publicidad
Y ese es justo el espíritu con el que el propietario de esta tienda, Paco Candela, ha recuperado el nombre de la que fuera la empresa familiar, fundada por su abuelo -también Paco Candela- que fue la primera en traer plátano de Canarias en la ciudad. De ahí el nombre, «quise rendirle un homenaje al abuelo», explica este comerciante.
Una tienda heredera del legado familiar, pero con otro enfoque. La Gran Canaria original fue el primer comercio de Alicante en importar JB, se especializó en cestas de Navidad y llegaron a ser los terceros torrefactores de España -cuentan que cuando tostaban el café todo el centro olía a esta popular bebida-. En cambio la nueva Gran Canaria ha apostado por el producto alicantino.
«Si nosotros que somos alicantinos 100% no le damos la importancia a nuestro producto, ¿quién se la va a dar?», explica Candela. Vinos, aceites, pastas, conservas, chocolate o miel, eso sí todos con origen y fabricación en la provincia y a la manera tradicional. «Me han ofrecido traer vinos de Murcia o Miguelitos de La Roda. ¡Pues no! ¡Esto es una tienda solo de productos de Alicante!»
Este comerciante explica que lo que más venden son vinos, una de las fortalezas de la provincia que considera solo por detrás del Ribera del Duero y del Rioja. Otro de los grandes éxitos de ventas es la miel, que vende a granel, «muchas señoras vienen con su tarro y me dicen 'nene llénalo», explica.
Publicidad
Turistas y vecinos se acercan a este local en pleno casco histórico para comprar las pastas, las toñas, los aceites o las tapas en conserva que llenan las estanterías. Y es que, según explica Candela su tienda está pensada para todo el mundo, aunque hay mucho foráneo que siente curiosidad por el producto tradicional.
Una selección de productos en la que Candela vuelca todo su esfuerzo, trayendo a la capital de la provincia toñas de Pinoso, coca de mollitas de Elche, aceites de Villena, sal de Santa Pola o vinos de Monóvar.
Publicidad
Porque el esmero en lo qué se va a vender en la tienda es un denominador común entre las dos Gran Canarias. «El abuelo no dejaba que nadie metiera mano en los escaparates, ni en las cestas de Navidad», recuerda Candela.
Y es que, justo las cestas fueron otros de los productos estrella de la Gran Canaria, en las que incluía productos que empezaban a venderse en España, como licores, caviar ruso, las primeras latas de bombones Nestlé, conservas o embutidos.
Publicidad
«También vendían galletas o magdalenas y hacían bocadillos, mucha gente de la zona cuando se iban al colegio pasaban por la Gran Canaria a por el almuerzo», explica Candela. Porque este local fue una de esas tiendas de barrio, que casi han desaparecido hoy en día, en la que podías comprar prácticamente de todo.
Aunque son muchos los recuerdos de este niño que cada fin de semana visitaba con su padre la tienda del abuelo y lo primero que hacía era abrir los barriles de café recién molido y meter la cabeza, «olía muy intenso, te lo vendían en bolsas de cartón», rememora Candela.
Publicidad
Entre la antigua y la nueva Gran Canaria hay casi un siglo de diferencia, pero el mismo amor por ofrecer el mejor producto a los clientes. Un cariño que se nota en el sabor de lo de siempre, en un nuevo rincón tradicional de la provincia en pleno casco histórico de Alicante
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión