Detienen en Alicante al integrante de una banda que secuestró a un empresario en Portugal

La Policía Nacional ha detenido en Alicante al integrante de una banda que presuntamente secuestró a un empresario en Portugal. La organización lo raptó cuando se desplazaba en su propio coche y lo llevaron en un viaje de 20 horas a Barcelona, donde abandonaron al luso atado en un árbol en un bosque de la provincia.

Según informa el cuerpo de seguridad en un comunicado, la operación, conjunta con los Mossos d'Esquadra y la policía portuguesa, ha estado coordinada por la Europol y se han detenido a nueve personas, cinco en Torremolinos y cuatro entre Alicante, Murcia y Málga. Seis de ellos están relacionados con este secuestro, mientras que el resto intentaron raptar a una empresaria en Setúbal, Portugal.

Las pesquisas arrancaron a finales de agosto, cuando un empresario luso fue interceptado de manera violenta cuando llegaba a una propiedad en venta para enseñarla a unos compradores. La víctima fue abordada y amenazada con armas de fuego.

Los asaltantes utilizaron el vehículo de la vícitma para realizar una travesía de más de 1.200 kilómetros, llevando al empresario hasta Barcelona, a Collbató, donde lo abandonaron en un bosque. Durante el trayecto fue amenazado varias veces y golpeado, todo para robarle las claves del banco y las tarjetas de crédito, con las que realizaron numerosas transferencias por valor de 100.000 euros a entidades en Lituania y Francia.

Fue un vecino de la zona el que alertó a las autoridades, cuando encontró al luso atado y desorientado. La víctima fue trasladada al hospital para comprobar su estado de salud. Paralelamente, el hijo de la víctima dio el aviso a las autoridades protuguesas de la desaparición de su padre. Una vez retomó la conciencia, el empresario explicó lo que había sucedido, iniciándose así la coordinación entre ambos países por medio de la Europol.

Una vez localizaron a los presuntos autores y a punto de llevar a cabo las detenciones, los investigadores constataron que se habían desplazado de manera repentina a Porugal. Allí trataron el anterior 11 de septiembre raptar a una empresaria en su casa de Setúbal.

Los secuestradores abordaron a la lusa, quien opuso resistencia para entrar al coche. Ante los gritos, la pareja de esta salió de la casa y comenzó a pelear con los captores, quienes huyeron en el vehículo personal de la víctima.

El sistema de geolocalización del vehículo y las denuncias correspondientes permitieron pillar a los secuestradores en Torremolinos, donde la Policía Nacional detuvo a cinco implicados, dos de los cuales también habían participado en el primer secuestro.

Los investigadores ya tenían suficiente información para llevar a cabo las detenciones, siendo localizados los integrantes de la banda en Murcia, Málaga y Alicante, así como en Francia y Portugal. No fue hasta el 13 de diciembre cuando se llevó a cabo esta última fase de explotación de la operación.

Las entradas y registros en los domicilios de los supuestos secuestradores permitieron detener al resto de integrantes, así como incautar un arma de fuego real, dos simuladas, teléfonos móviles, documentación bancaria, bridas y ropa que usaron durante el secuestro. También encontaron agendas con datos bancarios, y una impresora especializada que les permitía crear documentos con datos falsificados como tarjetas bancarias o licencias de conducción, con alta definición.

Las gestiones asociadas a las transferencias bancarias hechas por los investigados a cuentas corrientes de Francia y Lituania motivaron la colaboración con otros operadores policiales europeos. Esta colaboración se materializó en sucesivas reuniones operativas supervisadas por EUROPOL que permitieron un intercambio y análisis rápido de la inteligencia generada sobre esta investigación.

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