La legislación sobre cuidados paliativos en Alicante acumula ya seis años pendiente de desarrollo
Los profesionales piden que se acredite la especialidad para atender a enfermos terminales, así como un mayor número de unidades multidisciplinares en las que hacen falta más psicólogos
Un fuerte estigma rodea a los cuidados paliativos. Siendo una disciplina médica que se aplica sobre pacientes con una enfermedad terminal, puede parecer el final del camino en el tratamiento médico. Sin embargo, voces expertas alertan de la necesidad de cambiar el paradigma en la aplicación de estos cuidados, que son requeridos aproximadamente por algo más del 3% de la población en toda la Comunitat Valenciana.
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«Los cuidados paliativos son perfectamente complementarios con un tratamiento médico centrado en aumentar las posibilidades de supervivencia. Desgraciadamente, se tiende a pensar de forma dicotómica: el uno o el otro». En esos términos se expresa la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Paliativa (SVMPaliativa), la doctora Concepción González, que apuesta por darle un enfoque más preventivo a su área de especialidad.
«Corremos el riesgo de que los pacientes reciban de forma tardía los tratamientos paliativos pensando que después de ellos no habrá nada más; pero eso no tiene por qué ser cierto. Hay en ellos un importante trabajo de gestión de síntomas y de necesidades emocionales requerido no solo por los pacientes que tienen una enfermedad terminal», asegura la facultativa.
El último Plan integral de cuidados paliativos de la Comunitat Valenciana data del año 2013
El incremento de la esperanza de vida --con el agravamiento de las enfermedades asociado a esa mayor longevidad-- hace que la medicina paliativa vaya a tener cada vez mayor protagonismo. A pesar de ello, el último plan integral que aprobó la Conselleria de Sanidad para tratar estos casos finalizó su vigencia en 2013.
Cinco años más tarde, la Generalitat Valenciana aprobó la Ley 16/2018, de 28 de junio, de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de atención al final de la vida. No obstante, a pesar de contemplar en su articulado derechos tan esenciales como el del alivio del dolor y sufrimiento, el de protección de la dignidad, o el de acompañamiento, la norma sigue pendiente de desarrollo transcurridos más de seis años desde su aprobación.
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Falta de especialidad
No es la única demanda que sobrevuela los cuidados médicos al final de la vida. Entre las más acuciantes, la doctora González alude a la falta de especialidad de la que adolece la medicina paliativa. Es decir, no hay un itinerario vía MIR (Médico Interno Residente) que permita a los futuros adjuntos instruirse en este tipo de cuidados; es algo que deben hacer por su cuenta, principalmente vía máster o curso de experto. Geriatras, oncólogos, médicos de familia o internistas están entre los perfiles que habitualmente se encargan de estas atenciones, pero sin poseer una especialidad.
El único paso que ha dado el Ministerio de Sanidad en esa dirección ha sido el de aprobar las bases para la creación de Diplomas de Acreditación en el Área de Paliativos, tanto para enfermeras, fisioterapeutas, médicos y psicólogos. Esta aprobación se produjo el pasado año, pero todavía no ha entrado en vigor, y cuando lo haga, explica la presidenta de SVMPaliativa, «no se tienen indicios de que el diploma vaya a ser un requisito para ejercer estos cuidados».
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A esa falta de especialización se suma la necesidad de introducir unidades específicas de cuidados paliativos en todos los niveles asistenciales: desde la Atención Primaria hasta los hospitales de agudos. «Estas unidades deben estar formadas por equipos multidisciplinares, con médicos, fisioterapeutas, enfermeras, terapeutas ocupacionales, o psicólogos», apunta la doctora González, que pone el foco en este último perfil, y es que una gran parte de los psicólogos que componen estas unidades no trabajan en el sistema público, y llegan a ellas a través de proyectos de obra social y en colaboración con entidades sociales.
Más de la mitad de pacientes no reciben atención de calidad
La situación no es ajena al resto del país, donde más de la mitad de los 130.000 pacientes que necesitan cada año cuidados paliativos no reciben una atención de calidad en el fin de su vida. Alrededor de 80.000 enfermos no tienen acceso a unos cuidados paliativos dignos, según el informe 'Procesos y tiempo de derivación de pacientes oncológicos a cuidados paliativos. Búsqueda de elementos de mejora', realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal).
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El bajo número de pacientes que recibe paliativos se explica por la falta de recursos asistenciales y de profesionales con formación específica, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria, lo que retrasa el tiempo de derivación de los pacientes oncológicos que necesitan esta asistencia, destacan los expertos, que recuerdan que los cuidados paliativos son una parte esencial de los sistemas de salud y, en concreto, de la asistencia oncológica.
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