La actividad ordinaria de tarde en hospitales de Alicante no convence: «Es una medida más cosmética que productiva»
Los médicos advierten que el cambio de horario generará problemas de conciliación para los profesionales, además de implicar la reprogramación de miles de citas y un aumento en las listas de espera
Los hospitales públicos de Alicante afrontan, a partir del próximo mes de octubre, un importante cambio organizativo. La jornada ordinaria en estos centros se circunscribía hasta ahora a la franja horaria de 8 a 15 horas, es decir, a un horario de mañana. Sin embargo, en poco más de un mes se prolongará hasta las 21 horas, lo que obligará a que muchos sanitarios tengan que ejercer turnos de tarde como parte de su jornada laboral ordinaria.
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Hasta el momento, los hospitales reservaban para el turno vespertino los llamados módulos de refuerzo, que se abonaban aparte. Esta suerte de hora extra permitía realizar pruebas o intervenciones fuera del horario ordinario con el fin de reducir la lista de espera o aliviar sobrecargas asistenciales puntuales.
Lo que antes era una excepción ahora se convertirá en la tónica general de los hospitales, con pacientes que podrán ser citados tanto por la mañana como por la tarde para operaciones programadas, consultas con el especialista o pruebas diagnósticas.
Sin refuerzo de personal asociado
La medida busca aumentar los horarios asistenciales mediante una reorganización de las plantillas, pero sin que, por el momento, vaya a venir acompañada de un refuerzo del personal. «Es un axioma erróneo pensar que, para aumentar la actividad, tengo que aumentar el personal, porque se puede cambiar organizativamente», aseguraba el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, hace unos meses, al anunciar la medida.
Sanidad se ampara en un decreto aprobado hace más de veinte años que permite aplicar un «desplazamiento» horario para la mayoría del personal médico (aquel que cuenta con el complemento específico C). Esto hace que cada facultativo pueda ser requerido hasta seis veces al mes para trabajar en horario de tarde (jornada de 7 horas que no podrá concluir más allá de las 22 horas) en sustitución de la jornada de mañana. Es decir, se les podrá cambiar hasta seis veces al mes del turno de mañana al de tarde.
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Durante el mes que falta para que entre en vigor esta medida, las gerencias y jefes de servicio hospitalario deben ir perfilando esta reestructuración, que no solo afectará al personal sanitario, sino también a los pacientes. Una de las consecuencias del nuevo horario vespertino es que obligará a reprogramar numerosas citas en los hospitales, así como consultas externas ya asignadas para octubre, noviembre o diciembre, e incluso para principios de 2026.
Todavía está por definir el volumen de sanitarios que formará parte de esos turnos vespertinos, algo que podría variar en función de las necesidades de cada centro y que deberá determinar si esos nuevos horarios serán fijos o rotatorios.
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Efectividad parcial
Algunas voces creen que la efectividad del plan será parcial y la consideran una medida «más cosmética que puramente productiva». Así lo afirma el presidente del Sindicato Médico CESM-CV, Víctor Pedrera, quien considera que la estrategia no va a suponer un incremento de la actividad asistencial, ya que se basa simplemente en el «desplazamiento» horario de ciertos turnos.
El doctor Pedrera ve pocas razones que justifiquen la medida, aunque alude a una de ellas: «Hay servicios que requieren un equipamiento específico, y ese aparataje no puede ser utilizado de forma simultánea por todo el personal. En esos casos, sí que sería conveniente que algunos compañeros trasladaran su jornada por la tarde. Un ejemplo sería un servicio de radiología: si hay seis equipos de TAC y diez médicos, quizá el jefe decida que uno de ellos trabaje en horario vespertino para que las máquinas funcionen durante más tiempo».
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En la otra cara de la moneda se encuentran los problemas de conciliación en la vida privada de los facultativos, muchos de los cuales se verán forzados a trabajar fuera de su horario habitual. Desde el Sindicato Médico también lamentan la falta de cumplimiento del decreto que regula la jornada y horario de trabajo de los sanitarios, el cual establece que el plan anual de trabajo debe fijarse al principio del año, algo que quedaría en entredicho en caso de aplicarse los cambios con pocos meses de margen.
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