La Generalitat invierte más de 16 millones de euros en renovar la carretera entre Elche y Santa Pola

La Generalitat Valenciana (GVA) ha hecho una inversión de más de 16 millones de euros para mejorar la seguridad vial en la carretera entre Elche y Santa Pola, tal como ha destacado la consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Rebeca Torró. Las actuaciones que se han llevado a cabo en los dos primeros tramos de la vía ya ha dado frutos, ya que, según Torró, la siniestralidad ha bajado «a cero fallecidos y a cero heridos graves tras el desdoblamiento iniciado por GVA».

Por su parte, el alcalde del municipio ilicitano, Carlos Gonález, ha definido las obras -que continúan en proceso- como «una de las más importantes que está haciendo la Generalitat en Elche, máxime desde el punto de vista de las infraestructuras». Además, el primer edil se ha congratulado por el buen ritmo de ejecución del tercer tramo y ha explicado que se prevé que en breve arranquen los trabajos del cuarto «sin ningún tipo de interrupción», por lo que «en un plazo razonable» se cumplirá la meta «de tener totalmente duplicada la carretera».

Así, los trabajos de desdoblamiento de la carretera CV-865 Elx-Santa Pola van dirigidos a la transformación de esta vía para convertirla en una vía parque. ¿Cómo? Con una sección que pasa a tener dos carriles por sentido, un separador central, y la ubicación de un andén ciclopeatonal en ambos márgenes -separados por un seto del espacio para vehículos para garantizar la mayor seguridad de estos tráficos no motorizados-.

Adicionalmente, se ha dispuesto en toda la longitud de la carretera un bordillo central, de forma que los giros a izquierdas están ya prohibidos en toda la vía -lo que ha resuelto sustancialmente el problema de seguridad vial-. Asimismo, la reducción del ancho de los carriles de circulación permite ampliar el espacio ciclopeatonal, e induce una reducción de la velocidad.

Con todo, el avance en las obras se va traduciendo en una mejora en la fluidez, la accesibilidad y la comodidad de la vía, así como «en una reducción absoluta de los accidentes de tráfico graves y mortales, que antes lamentablemente eran una constante», tal como ha indicado Carlos González. Así, se vislumbra que se está cumpliendo el principal objetivo de la actuación: la reducción de la siniestralidad.

En este sentido, el alcalde de Elche ha mostrado su satisfacción por la inversión de casi 17 millones de euros que está efectuando el Consell en la carretera CV-865, una vía «fundamental» por la que transitan diariamente 15.000 vehículos de media y que conecta «dos ciudades vecinas» e incluso «hermanas» que mantienen «una relación muy intensa».

Con respecto al estado actual de las obras, la consellera Rebeca Torró ha indicado que «tras haber finalizado más de 1,4 kilómetros de un primer tramo en el acceso a Santa Pola, y el tramo desde la Vereda de Sendres hasta el cruce de Valverde, en las próximas semanas se firmará el contrato del cuarto tramo, valorado aproximadamente en 4 millones de euros».

Estas obras se completarán con la actuación en los otros dos tramos restantes: el acondicionamiento entre los puntos kilométricos del 2,5 al 3,6, por un presupuesto de 2,97 millones de euros y cuya licitación está prevista para este año; y el acondicionamiento entre los puntos kilométricos del 0+000 al 2+500, por un presupuesto de 3 millones de euros y cuya licitación se prevé para el próximo año 2024.

En total, ha destacado Torró, la Generalitat ya ha destinado 3,68 millones en obras ya finalizadas; 2,5 millones en las obras en marcha; y 4,46 millones de euros en los tramos de próxima licitación «para hacer más seguros y accesibles los casi en los casi 12 kilómetros de esta carretera que tiene una intensidad media diaria de 15.000 vehículos que se incrementan notablemente en época estival».

Como ha recordado la consellera, «la carretera Elx-Santa Pola es un importante eje de comunicación que canaliza el elevado número de desplazamientos entre ambas poblaciones». Además, ha añadido que «la Conselleria está trabajando por solucionar los problemas de seguridad vial, derivados fundamentalmente de la presencia de glorietas partidas, con giros a izquierdas y numerosos accesos directos a las propiedades colindantes a la carretera».

En este sentido, Rebeca Torró ha explicado que el trazado recto de la carretera propiciaba la circulación con altas velocidades, y que la presencia de numerosas edificaciones residenciales en sus márgenes agravaban los problemas de seguridad.

Además, ha señalado que «estos trabajos de desdoblamiento están sirviendo también para poner en valor una movilidad más sostenible con el acondicionamiento de la vía ciclopeatonal» así como «la creación de áreas específicas para la parada de los servicios de transporte público», que hasta la fecha «carecían de este espacio, lo que incrementaba la peligrosidad de la vía».

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