La industria alicantina encara el final de año entre el «pesimismo» y la incertidumbre

La industria manufacturera está afrontando momentos complicados. La inflación ha disparado el coste de las materias primas y la falta de mano de obra especializada está lastrando al sector. Desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) se han mostrado «preocupados2 por la situación de las ramas industriales del territorio.

Así lo han reflejado en su último informe de Coyuntura Económico, correspondiente al tercer trimestre de 2023. A pesar de que el sector industrial manufacturero ha mostrado una ligera mejoría, ciertas ramas clave para la provincia, como el caso del calzado, han sufrido un importante retroceso de su actividad y miran con «pesimismo» el final del año.

Según datos de la CEV, la actividad trimestral del sector del calzado ha caído un 4,5%. Pero es que la caída es mucho más pronunciada si se compara con el mismo periodo de 2022, registrando un 24,73% menos en el presente año. Un 2023 en el que ya acumula una caída en los primeros nueve meses de casi el 18%.

Desde la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal) apuntan que durante este tercer trimestre la industria «ha seguido moderando su actividad». En la organización resaltan la «disminución operativa del sector», a la que se ha unido el «retroceso en las ventas desde junio».

De cara al futuro más cercano, la sectorial del calzado visualiza un final de año «pesimista». Los altos niveles de incertidumbre, impulsados por la inflación y los tipos de interés preocupan gravemente al sector. Además, a ello hay que sumarle el aumento constante del precio de las materias primas y la reducción de la demanda, tanto nacional como de mercados exteriores.

No es el único de los sectores clave en Alicante. El del mármol, que concentra gran parte de su actividad en el Vinalopó y que produce principalmente para el mercado exterior ha visto como el tercer trimestre de 2023 se cerró con una caída del 19,25% en su actividad exportadora.

Desde la asociación Mármol de Alicante, que engloba el sector de la piedra natural, explican que las exportaciones de este tercer trimestre han retrocedido un 3,85% si se compara con los mismos meses de 2022. Datos que no auguran un buen final de año para el sector, que encara los últimos compases del 2023 con unas expectativas «pesimistas».

La economía alicantina y la de la Comunitat ha estado impulsada principalmente por el turismo, que ha sostenido un complejo panorama. Las perspectivas de la CEV son positivas dentro de lo que cabe. Se espera que se cierre el año con un crecimiento del 2%, aunque el territorio continuará con la senda de la ralentización.

La CEV asegura que el menor crecimiento global afectará «a la mayoría de las ramas manufactureras», que afrontarán también unos elevados niveles de inflación. A ello hay que sumarle que el encarecimiento de los costes financieros, que «drenarán el consumo y la inversión», afectando principalemnte a las ramas de servicios y de la construcción.

En el lado empresarial, la CEV critica que se siguen enfrentando a elevados costes energéticos, de materias primas y financieros, además de la nueva escalada de los costes laborales. Por ello piden que estos vayan en línea con lo estipulado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva.

Con todo ello, la asociación empresarial prevé para el 2024, en un entorno de bajadas de tipos de interés, un crecimiento económico positivo, similar al del conjunto de España y por encima de la media de la zona euro, que podría situarse en una horquilla entre el 1,5 y el 1,75 %.

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