La CEV analiza las claves para abordar el problema de la economía sumergida
La patronal presenta un informe junto con la Fundación Étnor desde un punto de vista ético y evalúa sus consecuencias y raíces
T. A.
Alicante
Viernes, 31 de octubre 2025, 13:20
La Fundación Étnor ha presentado hoy, en la sede de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), el estudio «Economía sumergida: una perspectiva ética. Construyendo confianza y cohesión social», un trabajo que analiza el impacto ético, social y económico de la economía sumergida y propone medidas para reforzar la confianza, la equidad y la cohesión social.
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El presidente de la CEV, Salvador Navarro, y la directora académica de la Fundación Étnor, Adela Cortina, han inaugurado la jornada de presentación del estudio. En este sentido, Navarro ha insistido en que «creemos que es momento de actuar, de impulsar cambios reales desde todos los ámbitos».
El presidente de la CEV explica que «en el económico y empresarial, apostamos por reforzar la transparencia, visibilizar las buenas prácticas y simplificar el marco fiscal y administrativo, porque solo con un entorno más claro, ágil y competitivo podremos hacer más atractiva la economía formal y fomentar la responsabilidad empresarial».
Navarro ha añadido que «luchar contra la economía sumergida no puede ser solo tarea de Hacienda o de la Inspección de Trabajo. Es una responsabilidad compartida que nos interpela a todos: empresarios, trabajadores, consumidores y administraciones. Debemos pasar del reproche a la corresponsabilidad y fomentar una ciudadanía activa que entienda que contribuir y cumplir es construir bienestar común. Ese es el camino ético y práctico hacia una economía más justa y sostenible».
Por su parte, la directora académica de Étnor, Adela Cortina, ha puesto en evidencia que «La economía sumergida no es solo una cuestión económica o jurídica, sino una cuestión ética. Cada acto de fraude o de incumplimiento mina la confianza común, erosiona el bien público y debilita los lazos que sostienen nuestra convivencia.
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Combatirla exige asumir la responsabilidad de actuar con justicia», remarcando que «sin confianza ni justicia no puede haber progreso económico ni social sostenible», y ha acabado agradeciendo al presidente de la CEV que quisiera impulsar la realización del estudio por parte de la Fundación, manifestando la preocupación por esta problemática social.
A continuación, José Félix Lozano, coordinador académico del estudio, ha presentado el estudio resaltando los siguientes apartados y poniendo en relieve la necesidad de abordar el fenómeno desde una ética cívica que promueva la corresponsabilidad y el cumplimiento.
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El estudio plantea la economía sumergida como un problema moral y social, no solo económico. Destaca que la evasión de responsabilidades y el incumplimiento de normas debilitan la confianza colectiva y erosionan los valores que sostienen la convivencia democrática.
Igualmente, se analizan las raíces estructurales y culturales de la economía sumergida: la falta de ejemplaridad pública, la desconfianza en las instituciones, la precariedad laboral y la permisividad social hacia ciertas conductas. Propone recuperar la ética de la corresponsabilidad como base del cumplimiento voluntario.
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Respecto de las consecuencias sociales y económicas, se subraya que la economía sumergida aumenta la desigualdad, debilita los servicios públicos y reduce la productividad, pero, sobre todo, mina la confianza, que es el capital moral imprescindible de toda sociedad cohesionada. Los autores recuerdan que «cada acto de fraude es una herida al bien común».
Conclusiones
Por último, el estudio concluye que la economía sumergida no se combate solo con leyes, sino con valores. Reclama una ética del compromiso donde la confianza actúe como fundamento del desarrollo económico, la justicia y la cohesión social.
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El acto ha sido clausurado por Pedro Coca, presidente de la Fundación Étnor, quien ha destacado que «si la gente dedicara un tiempo a leer este informe, además de aprender, generaría una conciencia de lo perjudicial que es la existencia de la economía sumergida».
Además, ha asegurado que coincide plenamente con las declaraciones hechas por el empresario Juan Roig respecto a que «los empresarios tenemos que pagar impuestos, pero es importante que los que gestionan el dinero público deben hacerlo con responsabilidad».
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Para acabar ha resaltado el papel de la Fundación Étnor reflexionando y poniendo el altavoz a los diferentes temas que preocupan a sociedad, «solo en una semana la fundación ha presentado un informe sobre el absentismo de la mano de AVE y, hoy, de la mano de la CEV, el estudio sobre la economía sumergida».
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