La violinista de color rosa
Judith Mateo versiona a las grandes bandas de rock y a clásicos como Vivaldi con su instrumento eléctrico con el que puso a bailar al Teatro Real con la reina Sofía sentada en primera fila
Es una de los violinistas más originales y rompedoras de la actualidad y su violín rosa ha tuneado de rock los conciertos de Vivaldi y versionado las piezas más célebres de AC/DC, Guns N' Roses o Metallica, entre otras bandas. Se llama Judith Mateo, vive en Madrid, tiene «25 años más IVA, jajaja» y empezó con 7 a estudiar música en el conservatorio de Cuenca, su ciudad natal. Acompaña su excelencia musical («son muchas horas practicando cada día desde hace muchos años») y sus notas rebeldes de una estética punk (cresta rubia, estampados de leopardo, medias de rejilla rotas, botas de cuero, tatuajes por doquier...) y de un derroche de energía que puso en pie sacando los cuernos a todo un Teatro Real en un concierto con la reina emérita Sofía sentada en primera fila.
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«Me llamaron los músicos de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura para que versionara a Metallica y como yo soy un poco macarra en los directos me puse a animar a la gente gritando ¡arriba esos cuernos! Y entonces toda la gente puso los cuernos. Y por allí estaba también la reina Sofía, aunque yo desde el escenario no veía nada».
Virtuosa del violín eléctrico, talentosa diva del metal, desde el instante en que la ingobernable Judith comienza a frotar las cuerdas de su instrumento, ya se 'nota' que lo que sale de ahí va a encandilar las orejas. Nieta de un abuelo músico, tras acabar el conservatorio decidió volcarse en el violín y dedicarse profesionalmente a la música. «Empecé con la clásica y me fui macarreando poco a poco», bromea. Un viaje a Irlanda tuvo mucha culpa de ese salto. «Fui a estudiar inglés, pero me enganché al folk y a la música celta. En aquella época no existía el violín en otros estilos de música, estaba Mago de Oz, Celtas Cortos y poco más». Su primer álbum (tiene ocho y el noveno saldrá en septiembre) respira folk en cada acorde, pero poco a poco el rock duro empezó a abrirse camino con la potencia de una tuneladora. «En Radio Mariscal tenía un programa en el que empecé a entrevistar a rockeros y ahí descubrí el rock y me dije guau, cómo mola esto. Porque yo sólo sabía de música clásica y folk», confiesa.
Y entonces sacó un disco de versiones de rock, convirtiéndose en la primera violinista española en 'reinterpretar' desde el 'Highway to hell', de AC/DC al 'Sweet child of mine', de Guns N' Roses o el 'I still haven't found what I'm looking for«', de U2. Una de sus versiones de la banda australiana superó las 700.000 escuchas en sólo cuatro meses en Spotify.
Pero también compone temas propios y de hecho su último álbum, 'Violinarte', con el que lleva dos años de gira por España, es todito suyo.
La «fantasía» del rosa purpurina
A Judith le caracteriza su violín de color rosa, con el que se lleva al público de calle... y que también ha seducido a las marcas comerciales, que le envían sus violines para que los pruebe. «He sido la primera violinista que se dedica a otros estilos de música, y con mucho esfuerzo y perseverancia he conseguido que se fijen en mí, y he podido hacer publicidad. Hay marcas americanas que me envían sus instrumentos para que los pruebe y como puedo elegir los colores y me mola mucho el rosa, pues los pido sobre todo de ese color. Tengo uno rosa con purpurina de fibra de carbono que no pesa nada que es una fantasía. Viniendo del conservatorio, donde todo es marrón, aburrido y estricto, si me lo hubiesen regalado de pequeña me hubiese muerto«, dice soltando una risotada.
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De los grandes maestros clásicos, la violinista conquense se queda sin dudarlo con don Antonio Vivaldi. Sus «reinterpretaciones» de las Estaciones son la caña, una locura con la que fliparía el 'cura rojo', como se conocía al gran compositor veneciano por ser sacerdote y pelirrojo. «Vivaldi me mola porque es rápido y para el violín es alucinante. Lo disfrutas mucho. Si Vivaldi hubiese vivido en esta época, habría sido un rockero perfecto», dice Mateo, que aprovecha para animar a consumir música en vivo. «Con los discos y las escuchas no se gana dinero. Se gana y se ayuda al músico en los directos», afirma.
Violinista, profesora online de este instrumento, presentadora de programas de radio (tiene uno de rock los fines de semana en la radio autonómica de Castilla-La Mancha que se llama 'El alma de Judith'), jurado del talent televisivo 'Clásicos y Reverentes' (TVE), la versatilidad de esta rockstar incluye la faceta de escritora con su libro '101 canciones con las que te ligarías a cualquiera' (MR Ediciones), una playlist íntima y personal en la que hay de todo (Bowie, los Rolling, Björk, Alicia Keys, Natalia Lafourcade, los Who, Tracy Chapman...), pero en la que si tiene que escoger una elegiría a Seasick Steve y su 'Treasures' (2011).
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«Mi vida es un revoltijo de notas y para mí la música es la felicidad», sostiene Judith, que no se cansa de estudiar horas y horas al día «porque aunque toquemos bien nunca se consigue estar satisfecho; hay que seguir y yo soy muy trabajadora». En eso la punki es muy disciplinada.
-¿Y cuándo no tocas el violín, qué música escuchas?
-A veces acabo tan saturada que necesito el silencio, muchas veces es la mejor música.
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