El viento en altura, aliado para crear edificios autosuficientes en la ciudad de los rascacielos

Construir en Benidorm edificios capaces de generar y gestionar toda la energía que consumen es técnicamente y económicamente viable. Así, al menos, lo ha demostrado el estudio impulsado por la Universidad de Alicante y el departamento de I+D+i del Grupo TM en la zona de Poniente de la capital turística de la Costa Blanca, cuyos resultados han sido presentados este martes en el Ayuntamiento por el alcalde, Toni Pérez; el vicerrector de la UA, Salvador Ivorra; y el director de Urbanismo del grupo inmobiliario, Cristóbal Ruiz.

El análisis, centrado en explorar el potencial de la energía eólica en altura, ha confirmado que Benidorm podría avanzar hacia la autosuficiencia energética en sus edificios gracias a la combinación de energía solar y viento así como, por supuesto, su apuesta por la construcción vertical.

Según ha explicado el alcalde, el objetivo de este proyecto era «ahondar en el conocimiento sobre las posibilidades que ofrece la fuerza del viento» teniendo en cuenta el modelo urbanístico vertical de la ciudad. «Queríamos confirmar la posibilidad de tener soberanía energética», ha asegurado Toni Pérez, y el estudio demuestra que es posible alcanzar «autonomía y seguridad energética» en edificios individuales.

En este sentido, Cristóbal Ruiz ha calificado los resultados como «muy claros» y ha asegurado que la construcción de edificios autosuficientes es no sólo técnicamente posible, sino también económicamente viable. La inversión en placas solares podría amortizarse en siete años, mientras que los sistemas eólicos lo harían en un plazo de doce. «El estudio es escalable, replicable, y propone distintas soluciones combinadas para avanzar hacia esa autonomía», ha añadido.

Uno de los participantes más destacados en la presentación ha sido el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la UA, Jorge Olcina, quien ha subrayado que «Benidorm vuelve a ser pionera» en el desarrollo urbano sostenible. «Tenemos un aval solar evidente en la provincia, pero es el momento de impulsar la energía eólica integrándola en los edificios», ha apuntado.

El vicerrector, Salvador Ivorra, ha detallado que el estudio se llevó a cabo entre mayo de 2021 y enero de 2025. En una primera fase, se instalaron tres anemómetros en diferentes puntos de la zona de Poniente: uno a nivel de calle y otros dos en las cubiertas de los rascacielos Sunset Cliffs e InTempo, ambos a más de 100 metros de altura. Durante cuatro años se tomaron mediciones de velocidad y dirección del viento cada diez minutos, lo que ha permitido establecer patrones estables y predecibles de comportamiento eólico en la zona.

A partir de esos datos, la segunda fase del proyecto se centró en analizar la viabilidad técnica y económica de construir un edificio energéticamente autónomo. José Luis Camarasa, arquitecto municipal durante décadas, ha explicado que se simularon distintos sistemas de generación como turbinas y aerogeneradores para un edificio tipo de 100 metros de altura, y se plantearon soluciones arquitectónicas como «redondear las cornisas» o diseñar estructuras «más esbeltas» para optimizar el aprovechamiento del viento. «Estas premisas ya se están considerando en la ordenación del Ensanche de Levante», ha señalado.

Los resultados concluyen que con la combinación de energía solar y eólica se obtendría incluso un superávit de energía para el funcionamiento del edificio. Sin embargo, Camarasa ha advertido que el consumo no es constante, por lo que «es fundamental incorporar sistemas de almacenamiento energético» que garanticen el suministro en todo momento.

Además del ahorro energético y económico, este tipo de construcciones podrían funcionar de manera autónoma ante eventualidades como un apagón generalizado, similar al que afectó a parte del país el pasado mes de abril.

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